Marco Reus solo ha sido jugador de LA Galaxy por cuestión de meses, después de llegar sin cargo durante el verano, al final de una ilustre carrera en Borussia Dortmund.
Sin embargo, el volante ofensivo alemán conocía la historia del club, y rápidamente incorporó un aspecto fundamental de la vida en un equipo que ganó en cinco ocasiones la MLS Cup.
“Sabía previamente que este club es realmente especial, un poco diferente quizás a los otros, porque tantos grandes jugadores estuvieron aquí antes, y es un club que siempre trata de ganar trofeos", Reus contó a los periodistas el jueves en el Dignity Health Sports Park, a horas de que el sábado por la tarde el equipo busque poner fin a la sequía de títulos, en la final por la MLS Cup ante New York Red Bulls (4 pm ET | Apple TV - Gratis; FOX, FOX Deportes; TSN, RDS).
“La identidad del club es ganar trofeos, y han pasado 10 años [desde su último campeonato de liga]. Así que es hora de que lo recuperemos y ganemos este maldito trofeo para la ciudad y para el club”.
Un proceso de 10 años
Nadie en la liga ha ganado más de estas ocasiones que los Gs, ni nadie ha llegado a esta elevada etapa con tanta frecuencia; el sábado se celebra la décima final de copa del Galaxy. Haber caído tanto y durante tanto tiempo desde que Landon Donovan, Robbie Keane y compañía consiguieron el título de 2014 en este mismo lugar es una fuente de frustración para el club y sus seguidores.
Cuando Joseph Paintsil llegó del equipo belga Genk a principios de este año, dice que nadie tuvo que proporcionarle un tutorial sobre el rico pasado del Galaxy; se lo presentaron inmediatamente en línea.
"Siempre está en las redes sociales. Las redes sociales siempre te dirán lo que está sucediendo", dijo el extremo ghanés. "Cuando abres tu Twitter, cuando abres tu IG, hay muchos fanáticos, y hay mucha gente que siempre te lo dice, para que sepas que esto es realmente querido para ellos.
“Cuando llegué, lo primero que escuché fue la brecha de 10 años y todo ese tipo de cosas”.
Otros en la MLS podrían burlarse de la idea de que LA tenga que soportar una carga en ese sentido, en particular RBNY, que junto con FC Dallas y New England Revolution son los últimos de los 10 clubes fundadores de la liga que aún no han levantado este trofeo en particular.
Pero el peso de las expectativas es real, quizás para Greg Vanney más que nada. El entrenador en jefe de los Gs fue un defensor destacado en los equipos temibles de la primera década del Galaxy, pero solo conoció la desilusión en la Copa MLS, donde perdió en 1996, 1999 y 2001, y se fue al club francés SC Bastia antes de que finalmente se abrieran paso en 2002.
“Este es mi hogar. Así que me siento honrado de estar aquí. Regresé porque sentí que quería la oportunidad de intentar ayudar a este club a recuperar el legado que se creó desde el primer año, cuando el club competía por campeonatos desde 1996 y muchos desde entonces”, dijo Vanney, un producto de UCLA, esta semana.
“Esta es mi cuarta [MLS Cup] con este club, y he perdido tres antes, así que el objetivo es intentar cambiar esa narrativa un poco más. “Pero, en última instancia, el objetivo era devolver a este club a la cima, donde creo que pertenece y, obviamente, donde están las expectativas”, continuó. “Y también trabajar con este grupo de jugadores y todos los jugadores que he tenido durante estos últimos cuatro años, para darles la oportunidad de estar en este momento y cimentar su legado en este club. Porque hay muchos grandes nombres que han jugado para este club, la mayoría de los cuales han ganado campeonatos, y esta es la oportunidad para que este grupo cree ese legado para sí mismos”.
Legado en juego
Esa palabra, "legado", está en boca de muchos de los que visten de azul marino y dorado. Hay un viejo dicho futbolístico que dice que las finales se ganan, no se juegan. Y después de todo el fútbol entretenido y fluido que han producido esta temporada, los Gs están completamente preparados para ganar feo si eso es lo que se requiere contra el duro RBNY.
"Quiero dejar un legado yo mismo, y sé que no soy solo yo, también el colectivo de jugadores y la gente que gobierna el LA Galaxy. Todos quieren ganar este trofeo porque han pasado 10 años", dijo Paintsil. "El hecho de que yo escriba mi nombre con esto el sábado significa mucho para mí, y tengo que hacerlo pase lo que pase, incluso si estoy sangrando, incluso si estoy lesionado, incluso si necesito usar mi cabeza, tengo que hacerlo.
"No importa cómo tengamos que jugar el juego, no necesita ser agradable, no necesita ser genial. Lo único importante es que solo necesitamos ganar".
Diego Fagúndez estaba en el otro lado en esa final de 2014 en Carson, un atacante local clave para los Revs. Una década después, el veterano del Galaxy es comprensiblemente uno de los varios que sienten una sensación de destino esta semana.
"Han pasado 10 años desde que ganaron, y luego la última que ganaron, me vencieron en la final aquí", dijo Fagúndez, una opción de profundidad de lujo para Vanney considerando que sería titular todos los días en muchos otros equipos de la MLS, con una sonrisa el jueves. "Así que creo en el destino, y vine a este equipo por una razón, y espero que sea para ganar una Copa.
"Eso es lo que todos queremos. Sabemos que hemos tenido altibajos este año, y al final del día, estamos a un juego de distancia. Y todos deben dar un paso al frente".
