Marcelo Balboa es un pionero. Fue uno de los primeros contratados por una franquicia en los albores de la Major League Soccer, una de las primeras estrellas recurrentes del MLS All-Star Game y uno de los principales catalizadores para la revolución del soccer en Estados Unidos. Tres décadas después, tras toda una vida vinculada al fútbol en suelo norteamericano, ejerce en cada jornada como comentarista en el MLS Season Pass de Apple TV: "Cuando sos chico querés ser jugador de fútbol, querés ser un atleta profesional. Cuando dejás de jugar, pensás en qué podés hacer para mantenerte en el juego. Poder comentar, transmitir la MLS que es donde empecé, hacer la Selección, hacerlo en español y en inglés, sigo viviendo mi sueño", anticipa entre transmisión y transmisión.
Partícipe inicial y testigo privilegiado de la evolución tanto de la liga local como del Team USA, Balboa dialogó con MLS Soccer en Español desde su casa en Denver, Colorado. Su look es idéntico al de sus días como feroz defensor, con su distintiva barba prolijamente cortada y el pelo largo. Navega con facilidad entre el inglés y el español, una característica encumbrada en sus orígenes porque por su sangre también corre sangre latina: papá Luis nació en Argentina y jugó en el Club Comunicaciones del ascenso argentino antes de mudarse a Estados Unidos para participar de la NASL, una de las antecesoras de la MLS que se disputó entre 1967 y 1985.
Además de un precursor, Balboa es una leyenda que continuó con la herencia paterna. Comenzó su carrera como profesional en la American Professional Soccer League y, tras una etapa con el León mexicano, regresó a casa para sumarse al Colorado Rapids de la MLS.
Presencia permanente en las convocatorias de Estados Unidos, defendió la camiseta de las Barras y las Estrellas en 128 ocasiones y llegó a ser capitán de una selección con la que disputó los Mundiales de Italia 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998.
Su arrasador carisma y su rendimiento dentro de la cancha lo convirtieron en uno de los nombres más populares del país, dos virtudes que lo llevaron a ser parte de cuatro All-Star consecutivos entre 1997 y 2000.
MLS: ¿Qué es ser un All-Star?
Balboa: Tiene un gran significado, porque quiere decir que los jugadores, que los fanáticos y los entrenadores votaron por ti. Es un honor ser elegido. Especialmente cuando era el Este contra el Oeste, permitía encontrarnos con otros jugadores, divertirnos. Es un honor por el hecho de que los hinchas tienen una gran participación en los votos, tus colegas, los entrenadores. Es una semana divertida, pero también era un poco estresante cuando jugabas Este vs Oeste porque nadie defendía.
MLS: No existe ese reconocimiento en otros lugares del mundo. ¿Qué significa para el jugador?
Balboa: Es importante porque demuestra que tuviste una buena mitad de temporada, que los hinchas te quieren y que lo estás haciendo bien, que estás impresionando a los entrenadores de los otros equipos. No es algo que veamos en otros lugares del mundo. Es una cultura en Estados Unidos que adoptamos del básquetbol, del béisbol, del Pro Bowl en el fútbol americano. Tenemos un All-Star Game en el medio de la temporada, celebramos la primera mitad de la temporada, donde destacamos y exhibimos a los mejores jugadores de la Major League Soccer.
MLS: Tu último All-Star fue justamente en Columbus, donde se disputa la edición 2024, en el año 2000. ¿Qué recuerdos tenés de aquel partido?
Balboa: El All-Star es divertido. Cuando juegas contra oponentes como las estrellas de la Liga MX aún más. El último partido que jugué fue 9-4, en Columbus, y fue muy difícil porque nadie quería defender, todos querían ir para adelante, todos querían anotar goles. Cuando era Este contra Oeste los defensores pensaban que eran delanteros, subían, jugaban, se divertían. Era divertido, muchos goles, pero era como el NBA All-Star Game: no muchos querían defender. Cuando sos un defensor, a veces eso se hace difícil, pero era muy divertido jugar con tus colegas, jugar contra el Este.
MLS: ¿Piensas que los cambios durante las últimas ediciones lo han hecho evolucionar?
Balboa: Ha evolucionado, hoy es diferente. Al principio era el Este contra el Oeste, y en un punto se hizo el All-Stars de Estados Unidos contra el Resto del Mundo. Ese partido fue competitivo. Pero creo que cuando vos hablás de enfrentar a las Estrellas de la Major League Soccer con las de Liga MX, eso se transforma en la batalla entre Estados Unidos y México. Cuando traes al Arsenal, se convierte en un partido más serio. En el Este-Oeste te podías relajar un poco más, pero ahora es un partido competitivo. Jugamos contra el Manchester United, contra el Chelsea, Bayern Munich. Cuando repasas esos partidos, son los más competitivos.
Prefiero cuando enfrentamos a estrellas de las Ligas, más que a los clubes, porque han estado entrenando por un largo tiempo juntos, durante tres o cuatro años. Por ejemplo, eso pasó cuando jugamos contra el Arsenal en 2023. Prefiero ver a estrellas de la Liga MX que nunca jugaron juntos, contra las estrellas de la MLS. Tal vez enfrentar a las estrellas de Europa. Y como evolucionamos tanto en la MLS, me gustaría ver a las estrellas de Estados Unidos contra las estrellas del Resto del Mundo. Eso sería divertido. Pero si, soy un gran fanático de esos partidos entre otras estrellas.
Los orígenes de la Major League Soccer
MLS: Formaste parte de la American Professional Soccer League y tras tu paso por México llegaste a la Major League Soccer. ¿Qué cambió entre una y otra?
Balboa: Hubo un montón de cambios. En la American Professional Soccer League no había muchos equipos, no había mucha plata, no había mucha publicidad, no había grandes inversores. No había dólares de sponsors. Solo había 3.000 personas en los estadios. Y cambió.
Cuando nos dieron la Copa Mundial de 1994 creo que todos nos dimos cuenta que teníamos que despertarnos y hacer lo correcto, no como en la NSL donde era el Cosmos, Aztecs y nadie más. Cuando decidieron hacer la MLS, la paridad estaba ahí, los dueños estaban ahí, y había que hacer lo correcto.
Fue construyéndose paso a paso, no fue algo espectacular de entrada pero teníamos una liga profesional, tuvimos un acuerdo de televisión, y cada año desde entonces ha ido creciendo cada vez más hasta el punto donde ahora estamos jugando en estadios de fútbol americano. Soñábamos con que algún día se llegara al punto actual cuando nosotros comenzamos. Es maravilloso ver que tenemos tantos equipos, tantos estadios hermosos, repletos.
MLS: Estuviste en León como jugador y conocés también esa cultura. ¿Qué comparación hacés con el fútbol estadounidense?
Balboa: Mi experiencia en México fue genial. Los estadios son tan apasionados como en Estados Unidos, aunque la estructura es diferente. Creo que tenemos una ventaja en esa parte, pero cuando hablamos de fútbol creo que todavía tienen la ventaja. Necesitamos ganar con consistencia, llegar a la final, ganar torneos. Tenemos que ganar Leagues Cup, no solo Miami, ganarlo este año, el año que viene. Demostrar que estamos compitiendo en todos los aspectos. En infraestructura y franquicias creo que estamos muy por delante, pero en el fútbol tenemos que seguir demostrándolo en la cancha.
Y en lo futbolístico creo que estamos cerrando la brecha, 100%, porque estamos llegando a finales, ganándole a equipos de México en México. Pero el parámetro es ganar. Nuestro deporte se dicta por triunfos y derrotas. La evolución del fútbol en Estados Unidos ha sido tremenda entre 1994 hasta ahora. Ahora hablamos de competir con la Liga MX, estamos compitiendo y muy bien, pero tenemos que ganar títulos.
MLS: ¿Sentís que Estados Unidos se está contagiando cada vez más de la pasión por el fútbol?
Balboa: Cuando iniciamos en 1994, en la Copa Mundial, no teníamos idea, casi nadie en Estados Unidos, tenía idea de lo que era el fútbol. Excepto por los inmigrantes que vinieron de otros países. Mis padres, que eran argentinos, los europeos y africanos.
En ese entonces hicieron un documental sobre el equipo, antes de la Copa Mundial de 1994, y le preguntaban a la gente si sabían quiénes éramos los jugadores de la selección y nadie nos conocía.
Creo que cuando miramos en retrospectiva de dódne estábamos, dónde estamos y hacia adonde vamos, estamos haciendo el camino correcto. Nuestro papel fue ayudar a fundar a esta liga, establecer cimientos sólidos, para que la generación siguiente lo llevara al próximo nivel.
Cuando jugaba en 1990, convocábamos a 5.000 o 10.000 personas en un estadio de 60.000 asientos. Ahora puedes jugar en cualquier lado y tienes los estadios repletos. No se si es por contagio, pero me parece que Estados Unidos desde que llegó Lionel Messi se contagió de los argentinos. A cualquier lado donde voy, encuentro estadoundienses y mexicanos tomando mate. La Messimanía contagió a todos sobre el fútbol, quieren ir a los partidos para ver a Messi. Escuchas cada vez más sobre Messi, sobre la cultura argentina, sobre el choripán. Ha sido interesante lo que Messi ha hecho por el fútbol en Estados Unidos.
La Messimanía
MLS: ¿Qué significa tener a un jugador de la envergadura de Messi en la MLS?
Balboa: Cuando mirás a los jugadores, hay uno antes de Messi que vino y puso a la MLS en el mapa. Cuando David Beckham vino a la MLS todo cambió, por la regla del Jugador Franquicia. Eso fue enorme, tener la capacidad de tener a un jugador, por fuera del espacio salarial, para pagarle lo que la franquicia quisiera. Todo cambió en la MLS cuando Beckham llegó.
Ahora, varios años después, estrellas como Thierry Henry han jugado en la MLS. Pero para mí, en mi opinión, traer al mejor jugador del mundo, a un campeón del mundo, verlo hacer lo que está haciendo, ha puesto a esta liga en un escaparate mundial. Porque Apple está en todo el mundo, la gente alrededor del mundo se junta a ver jugar a Messi, y eso está haciendo que todo el mundo se enfoque en la MLS. Y es lo que queremos, no queremos ser una de esas ligas que llega y desaparece.
Messi podría haber elegido otro destino pero eligió a Estados Unidos. Cuando vino a Miami, cuando lo anunció, podías ver su sonrisa. Y eso puso una sonrisa en nuestras caras. No vino a pasarla bien nada más, vino a ganar. Y lo demostró. Es un ganador, quiere ganar, y lo demostrará cuando se recupere de la lesión. Estamos hablando de dos jugadores que cambiaron significativamente a la liga.
MLS: ¿Qué evaluación hacés del primer año de Messi en la MLS?
Balboa: Messi es Messi. Nadie en el mundo puede poner un balón, entre cuatro rivales desde 20 yardas, como lo hace él. Nadie ve el juego como lo ve Messi. La gente dice que los mejores del mundo corren mucho, nos obsesionamos con eso, pero el mejor del mundo no corre tanto. No se basa en lo físico, sino en su inteligencia. Siempre lo ves escaneando la cancha, viendo qué espacio puede encontrar.
Lo que ha hecho por Miami, es similar a lo que ha hecho por Argentina en Qatar. Y también lo que se ha generado alrededor: sus compañeros en Argentina dijeron que iban a luchar, a pelear, por él. Y en Miami pasa lo mismo: Messi se lesionó en la Copa América y dijeron vamos a ganar por vos, para que cuando vuelvas estemos en una buena posición.
MLS: Hablando de Messi pienso en los latinos. ¿Crees que el gran contingente de jugadores latinos fue clave para la evolución de la Liga?
Balboa: 100%, sin dudas. Podés repasar: Hermosillo, Jorge Campos, Cienfuegos. Está lleno de latinos. Lo que han hecho por esta liga es tremendo. Cuando puedes traer jugadores jóvenes como Almirón o Almada, es increíble. Han sido muy importantes para el éxito de la liga, junto a europeos y a los estadounidenses, pero creo que han tenido un rol específicamente importante en la evolución de la liga.
La MLS como catalizador de la Selección de Estados Unidos
MLS: ¿Qué significa para vos haber sido parte de la fundación de esta MLS?
Balboa: Fue un honor. Haber tenido la posibilidad de jugar, aunque sea pequeño, un rol en ayudar al crecimiento de la liga y la selección de Estados Unidos desde finales de los 80 y principios de los 90. La gente no seguía al fútbol, internacionalmente no tenían respeto por nuestro equipo. Y ahora somos uno de los más competitivos del mundo, están aceptando a jugadores en las ligas más importantes. Todos tenemos un propósito en la vida, en el fútbol, y creo que el mío fue sacrificarme y luchar para hacer crecer a nuestro fútbol y ponerlo en el mapa. Conseguir respeto para los jugadores estadounidenses. Es un honor haber sido parte de los que empezamos a hacer rodar la pelota en la dirección correcta de lo que queríamos que fuera el deporte en Estados Unidos.
MLS: ¿Cuánto influyó la Major League Soccer en la evolución de la Selección de Estados Unidos?
Balboa: Cuando miras atrás a 1996, los jugadores estaban jugando en la MLS y jugadores que ya estaban en Europa, jugaron en 1998. Nos empezamos a dar cuenta cómo habían evoluacionado. Por ejemplo, Brian McBride: empezó en la MLS, jugó en la Selección, fue al Fulham. Dempsey, jugó en New England Revolution y después pasó al Fulham.
La MLS fue un gran paso para los jugadores, porque en nuestra época no teníamos adonde ir. Estabas en la universidad, jugabas en la selección nacional y en la American Professional Soccer y terminaba ahí. Ahora tenemos academias, esas academias nutren a la MLS, y ahora pueden irse a Europa.
Cuando empezó la MLS era una muy buena liga para los jóvenes americanos de sumar minutos de juego, sumar más experiencia en el campo de juego. Pulisic y Weston McKennie empezaron en una academia y fueron vendidos a Europa. En mi época no había academias, y ahora están las academias y hay todo un recorrido para desarrollar a los jugadores.
Formas a tus jugadores, impactan en el primer equipo, los vendes y vuelves a invertir dinero en la formación. Es un negocio global y Estados Unidos se convirtió en un lugar importante, porque entrenadores y ojeadores vienen a analizar a jugadores estadounidenses.
MLS: ¿Qué recuerdos tenés de tus tres Mundiales?
Balboa: Jugué el Mundial Sub-20 de Chile y de ahí me invitaron a la selección mayor. Si miras a nuestro equipo a finales de los ochenta, perdíamos un montón de partidos. Pero después del Mundial de 1990 crecimos en nuestra confianza, especialmente después de jugar contra Italia. Pensaban que nos iban a golear, eran candidatos, pero perdimos apenas 1-0 y casi anotamos.
La evolución de la selección de 1990 a 1994, que estuvimos juntos el 90% del grupo durante todo esos años, fue evidente. Después, entre 1994 y 1998, todos jugábamos fútbol profesional, ya fuera en MLS o en Europa. Eso ayudó tremendamente. La Federación puso mucha plata para que jugáramos en Europa y Bora (Milutinovic, entrenador en 1994), nos cambió la mentalidad. Nos hizo entender qué podíamos ganarle a cualquiera en el mundo.
También cambió nuestra forma de jugar. Antes nuestro juego era muy directo, con pelotazos largos, pero con Bora cambió todo. Empezamos a jugar al fútbol. A tomarnos nuestro tiempo, a tener la pelota, a encontrar espacios. Cambió cómo quería que jugáramos. Y así ganamos la Copa de Oro de 1991, cuando le ganamos por primera vez a México. Éramos un grupo joven y nos cambió la mentalidad. Podíamos jugar al fútbol, pero no sabíamos cómo jugar correctamente al fútbol. Y ahí cambió todo.
MLS: ¿Cómo vivís la Copa Mundial de 2026 que se jugará en Estados Unidos?
Balboa: En 1994 fuimos un experimento: ¿Cómo podía funcionar la Copa Mundial en Estados Unidos? Y todos se sorprendieron. Fue uno de los torneos con más aficionados en las canchas, los estadios repletos, y ese fue el inicio del fútbol en Estados Unidos.
Ahora estamos en un punto en el que crecimos tanto que será una celebración del fútbol. Celebraremos lo que hicimos durante los últimos 34 años. Servirá para celebrar, para resaltar lo que hicimos con los estadios, con el desarrollo de los jugadores, de los centros de entrenamientos. Va a ser uno de los mejores Mundiales de la historia. Y nuestros jugadores tendrán la presión de hacer algo especial, todos hablan de nuestra generación dorada y tendrán que demostrarlo.