Cuando David Blitzer y Ryan Smith adquirieron Real Salt Lake en enero de 2022, la expectativa entre los aficionados y expertos -de acuerdo, de acuerdo, levantaré la mano ahora- era que llegaría una gran inversión arribaría en los seis meses posteriores.
Tal vez no sucedería de inmediato, pero ambos propietarios son ambiciosos (sus otros clubes en otros deportes lo demostraron) y, aunque Sandy no es Miami, el club ya había demostrado la capacidad de atraer jugadores de calibre desde Buenos Aires hasta Berlín, con paradas en todos los lugares intermedios.
Pero no sucedió así en 2022. Y luego llegó el invierno nuevamente y el tiempo comenzó a correr y los fanáticos se inquietaron y parecía... bueno, parecía que había muchas buenas razones para descartar a este equipo. Y luego tuvieron un comienzo miserable 1G-4P-0E, con un par de derrotas absolutamente espantosas, y sentí que necesitaría tener esta columna preparada para mediados de abril. Este equipo estaba más muerto que los muertos.
Allí, por supuesto, es cuando esta versión del RSL te tiene donde quiere tenerte. No estaban ni siquiera un poco muertos, y entre mediados de abril y mitad de julio tuvieron 12 victorias, 2 derrotas, 7 empates en todas las competencias, lo que los catapultó a estar cuarto en el Oeste y en las Semifinales de la US Open Cup.
Como de costumbre, las estadísticas avanzadas encontraron inexplicable el ascenso de RSL: la mayoría los tenía en la mitad inferior de la liga, mientras que algunos los tenían tan bajos como en las últimas cuatro posiciones. En otras palabras, eran un equipo que concedió más oportunidades buenas de las que crearon, tendió a cavar su propio hoyo convirtiendo un déficit de 1-0 en 3-0... y aun así encontró la manera de sumar puntos de todos modos.
“Las estadísticas”, dijo una vez Mastroeni, “perderán frente al espíritu humano todos los días de la semana”.
¿Quién soy yo para discutir?
Además de la victorias y los buenos momentos, los dueños decidieron abrir sus chequeras en el verano. Primero, ejercieron la opción de compra sobre el excelente volante juvenil Braian Ojeda. Pero ese solo fue el aperitivo.
El plato principal fue Chicho Arango. El colombiano había pasado seis meses infelices en el Pachuca de la Liga MX, luego de ganar la MLS Cup con LAFC el año pasado, y quería regresar a la MLS. RSL lo convirtió en el fichaje más caro en la historia de la franquicia, luego de hacer otra incorporación muy relevante en enero, con el extremo Andrés Gómez.
Cuando eso ocurrió, podíamos comenzar a considerar a Real Salt Lake como un 'caballo negro' en busca de la MLS Cup. Tenían piezas de ataque de primer nivel, y contaban con un sistema establecido. Podía pasar.
En cambio, lo que ocurrió fue que Pablo Ruiz se lesionó su rodilla en los Octavos de Final de la Leagues Cup ante LAFC, y todo se esfumó. El que era un empate sin goles se volvió en una goleada 4-0 para el equipo 'Negro y Oro', para terminar la temporada con 4 victorias - 5 derrotas - 1 empate como local, antes de ser eliminados de los Playoffs de la MLS Cup presentados por Audi por Houston Dynamo.
Creo que es importante mantener la perspectiva aquí: si, antes de que comenzara la temporada, hubieras ofrecido a los fanáticos de RSL 50 puntos, una carrera hasta a las semifinales de la US Open Cup, una gran inversión e incorporar a un 9 de calibre de Botín de Oro, creo que la gran mayoría habría agarrado esa opción con ambas manos.
Pero todo parecía extrañamente inconexo, y puedo ver por qué muchos de los fanáticos incondicionales encontraron todo esto decepcionante.
Formación y táctica
Antes de que Ruiz se lastimara, él realmente era el sistema: sentarse profundamente en un doble pivote (generalmente con Ojeda) y lanzar largas diagonales con el pie izquierdo hacia cualquier ala que presentara una sobrecarga más prometedora. Dicha sobrecarga generalmente producía un centro al área, o un retroceso hacia la parte superior del área para los apresurados Ruiz y Ojeda, cada uno de los cuales tenía luces extremadamente verdes para disparar a voluntad.
RSL fue, como siempre, muy bueno para lograr que varios corredores estrellaran el área, lo que hizo que muchos de esos centros fueran útiles y significó que muchos de esos tiros especulativos de larga distancia produjeron rebotes para que los delanteros se abalanzaran sobre ellos. Sin embargo, me hubiera gustado que hubieran sido un poco más selectivos y pacientes en el último tercio: su ratio cruzado total (el porcentaje de pases al área que son centros) fue del 42%, lo cual es muy alto. Y el 47,3% de sus tiros vinieron desde fuera del área, lo que fue fácilmente la cifra más alta de la liga.
En su mayor parte era un 4-4-2 antes de la lesión de Ruiz. Después de que se lesionó y los cambios de juego se convirtieron en un enfoque menos confiable, Mastroeni deslizó a su equipo hacia lo que yo llamaría un 4-2-3-1, o tal vez un 4-4-1-1 con más énfasis en la combinación. juega por el lado izquierdo.
Lo más destacado
Es difícil superar la emoción de ganar un partido de playoffs en casa, algo que RSL logró en casa en los penales en el segundo partido de su serie de la primera ronda contra el Dynamo. Y tuvieron 4G-0P-0E contra los Rapids este año en lo que oficialmente es la “rivalidad” más unilateral de la liga.
Hubo grandes victorias con múltiples goles contra buenos equipos como los Sounders, St. Louis y Orlando City. Todos tienen reclamos aquí.
Pero la única vez que realmente sentí que todo estaba encajando fue cuando los campeones de Norteamérica llegaron a la ciudad en los dieciseisavos de final de la Leagues Cup.
Por una parte, se sintió como si RSL estuviera muerto. Durante 20 minutos después del descanso parecía que no iban a poder conseguir el empate. Y en los 20 minutos finales pareció que no iban a dejar nunca de hacer goles.
Arango, Ruiz, Ojeda, Diego Luna and Danny Musovski, Jefferson Savarino y esos veloces laterales.
Club León es un equipo realmente bueno. Pero RSL le dio una paliza.
Lo menos destacado
RSL cayó en picada en el momento en que Ruiz se lesionó la rodilla y no se recuperó durante seis semanas. Incluyendo el partido en el que se lesionó, obtuvieron 1G-6P-0E en todas las competiciones con un diferencial de goles -11.
Fue algo increíblemente malo.
Revelación
¿Un #10 con unas vibras increíbles y un estilo inmenso? Solía rezar para poder tener días como este.
Luna ganó un puesto titular y luego lo hizo principalmente cuando tenía 19 años para un equipo de 50 puntos durante la temporada regular. Siguió así con dos goles en los Playoffs.
El atleticismo y su poco apego a la defensa fueron lo que usualmente se criticó, pero su atleticismo es mucho mejor de lo que se anuncia (creo que su, llamémosla “atípica” forma de construir juego, colorea algunas evaluaciones) y su reconocimiento defensivo es de élite para un atacante de su edad. Eso se tradujo también en la selección Sub-20 de Estados Unidos, donde Luna comenzó como extremo invertido o como falso 9.
Con RSL este año pasó la mayor parte de su tiempo como mediocampista izquierdo invertido en un 4-4-2, aunque a medida que avanzó la temporada tuvo más tiempo como un verdadero número 10. Creo que, en última instancia, ese es su lugar (es rápido y fuerte con un excelente control del cuerpo, que son componentes físicos más importantes para un 10 que la velocidad en línea recta).
El pase final todavía necesita algo de trabajo. Si eso sucede (sospecho que sucederá a medida que obtenga más repeticiones), entonces RSL tendrá su propio N° 10 al estilo Lucho Acosta en sus manos.
Decepción
Musovski fue el máximo goleador del RSL en esa victoria sobre León con nueve goles en todas las competiciones. Pero aparentemente hubo una falta de comunicación –o tal vez algunas promesas incumplidas– entre él y la directiva, y a finales de agosto básicamente se resistió a jugar.
Apenas jugó el resto del año y no volvió a marcar.
Un vistazo a 2024
Cinco jugadores sobre los cuales construir
- Arango (delantero): no solo un goleador. Todos pudieron ver el empuje que dio a RSL cuando entró en los partidos de Playoffs contra el Dynamo.
- Ruiz (mediocampista defensivo): debería regresar saludable a comienzos del año próximo, y con él regresa la posibilidad de ampliar la cancha.
- Ojeda (mediocampista central): un guardaespaldas ideal para Ruiz.
- Luna (mediocampista ofensivo): es un jugador capaz de ganar partidos ya, tiene el potencial para convertirse en estrella.
- Savarino (extremo): es capaz de producir momentos especiales, pero tiene que comprometerse más en el trabajo defensivo.
Prioridad de temporada baja
Necesitan centrarse más en lo táctico que en el personal en el invierno, y esto es a lo que se reduce: con Luna, Savarino, Gómez, Anderson, Julio y Maikel Chang probablemente todavía estén en la ciudad el próximo año, y con Musovski probablemente saliendo a través de agencia libre, ahora es el momento de pasar del 4-4-2 al 4-2-3-1. Todavía puedes golpear esas grandes diagonales para crear sobrecargas amplias, pero en un 4-2-3-1 esas sobrecargas deberían usarse para encontrar a los creadores de juego en los medios espacios en lugar de simplemente cruzar automáticamente desde afuera hacia el poste trasero.
Este equipo tiene habilidad básicamente en todas partes, y la habilidad es una gran piedra angular para el control del lanzamiento, y el control del lanzamiento tiende a ser la piedra angular de los campeones.
No estoy seguro de que este equipo pueda llegar allí. Pero no sería totalmente sorprendente si lo hicieran.
