Fue una idea. Luego, una ilusión. Después, una expansión. Hoy, Cincy es uno de los contendientes más fuertes de la MLS.
FC Cincinnati es el vivo ejemplo de que a veces "el éxito es como llegar al borde del abismo", una frase de César Luis Menotti, que refleja cómo a veces solo con soñar una idea, y ambición se pueden lograr grandes cosas, con desdichas y caídas de por medio.
El equipo Naranja y Azul pasó de tres años consecutivos como 'cuchara de madera' en MLS, a convertirse en un equipo para temer y un favorito al título.
A casi mitad de su sexta temporada de MLS, comparte liderato con Philadelphia Union en la Conferencia Este y tiene en la mira su próxima cita en el Sunday Night Soccer, el domingo, frente a Atlanta United en el Mercedes-Benz Stadium (7:00 pm - MLS Season Pass).
De ocupar el decimocuarto puesto dos temporadas consecutivas a conquistar el Supporters’ Shield en 2023, como un símbolo de su transformación total.
Es la paradoja naranja.
El alma antes del escudo
En el escudo de FC Cincy se ven tres plumas en el ala del león que representa el viaje de tres años del club hasta que se convirtió en expansión de MLS en 2019.
Aunque su presidente fundador, Jeff Berding, ya había traído el soccer a la ciudad en el que no existía un equipo profesional, ese viaje se empezó a materializar con 'el sueño' de disputar su primer partido competitivo en 2016 en la United Soccer League.
Tiempo después, jugaría su primer partido en el Nippert Stadium -un estadio multiusos- y ganaría el primero en casa.
Ya se notaba una conexión inmediata del público con el club, y apenas unos meses después de su primer partido oficial, FC Cincinnati recibió al Crystal Palace de la Premier League y reunió a 35.061 espectadores, estableciendo un récord de asistencia en Ohio.
Como equipo de USL, FC Cincinnati alcanzó las semifinales de la U.S. Open Cup, convirtiéndose en el primer club fuera de la MLS en lograrlo desde 2011. Ese mismo año venció a Columbus Crew y representó el primer clásico Hell is Real de la historia.
Un año antes de iniciar su expansión en MLS alzaron el campeonato de temporada regular de USL ante 31.478 fanáticos en su casa, que hacía vida en la Universidad de Cincinnati.

Crecer duele
A pesar de que era un logro para la ciudad llegar a la Major League Soccer, los primeros años del equipo no fueron los mejores, sufrieron 'dolores de crecimiento', siendo últimos en la Conferecinica en 2019, 2020 y 2021.
Alan Koch, Ron Jans, Jaap Stam fueron todos los entrenadores que intercambiaron turnos en ese comienzo oscuro (Yoann Damet y Tyrone Marshall como interinos).
Tuvo un período positivo antes de llegar a la liga, pero perdió ideas en el camino, sin un proyecto claro y proyección.
Con la llegada de Chris Albright todo cambió.
Albright y Noonan: el punto de inflexión
El club resurgió con dos contrataciones importantes: Chris Albright, como gerente general en octubre de 2021, y su propia elección para el nuevo director técnico que cambiaría el horizonte de su equipo con un proyecto claro y una idea, sobre todas las cosas: Pat Noonan.
Ambos traían consigo un elemento en común: una sólida experiencia en la MLS, tanto dentro como fuera de la cancha. Provenían de Philadelphia Union, donde Chris Albright había cerrado su etapa como entrenador y Pat Noonan comenzaba a trazar su camino en ese ámbito, como asistente técnico. Para Noonan, Cincinnati representaba su primera gran oportunidad como director técnico principal.
Ya había trabajado de asistente de Bruce Arena en la Selección de Estados Unidos previamente.
En su primera temporada al mando, en 2022, los Orange and Blue no solo alcanzaron por primera vez los playoffs, sino que también celebraron su primera victoria en esa instancia.
En medio de esa transformación nació el TQL Stadium, inaugurado en 2021. Un templo de diseño vanguardista que no solo cambió la estética del club, sino también su energía. Era el símbolo físico de que Cincinnati quería jugar en las grandes ligas con todas las letras.
La evolución en la cancha: ADN Cincy
Hoy es uno de los líderes de la Conferencia Este, pero para llegar allí, el club dejó de improvisar y empezó a planear a largo plazo. Esto se reflejó en la cancha, el progreso no fue inmediato, pero sí claro:
- En 2022, FC Cincinnati se clasificó por primera vez a los playoffs, finalizando quinto en la Conferencia Este. Aquel equipo comenzó a mostrar destellos de lo que estaba por venir, impulsado por un tridente que haría historia: el argentino **Lucho Acosta**, quien al año siguiente sería nombrado MVP de la MLS y hoy milita en FC Dallas; el goleador estadounidense **Brandon Vázquez**, actual jugador de Austin FC; y el brasileño **Brenner**, explosivo y letal en el área. Ese trío encendió alarmas —para bien— en toda la liga. Cincinnati comenzaba a dejar de ser sorpresa para transformarse en amenaza. El equipo mostraba mayor flexibilidad táctica y, para muchos, dejaba ver un cierto "sello Filadelfia": presión alta, transiciones veloces y hambre ofensiva. Mantuvieron ese impulso para el año siguiente.
- En 2023, el equipo ganó su primer trofeo en MLS, el Supporters’ Shield. Fue un equipo equilibrado, con presión alta, juego interior y momentos de pura explosión ofensiva. Ya no estaba Brenner, pero sí seguía Álvaro Barreal en el plantel, y fue uno de los mejores de esa temporada, junto a su dupla, que ya mencionamos, Fue el quinto club en activo en ganarlo en sus primeras cinco temporadas, y el segundo de expansión en activo que más rápido lo ha ganado: 69 puntos.
- En 2024, sin figuras como Vázquez o Barreal, el equipo no se desmoronó: se adaptó. Entraron en escena otro argentino, Luca Orellano, DeAndre Yedlin, y con ellos, una nueva fase del proyecto, bajo el mismo mando. Ese año con la salida de su '9', Acosta tuvo muy buenos números con 11 goles 18 asistencias, antes de lesionarse a mitad de temporada, pero tras su baja, no tuvo la misma producción, y aunque trajeron al joven venezolano Kevin Kelsy para ayudar en ataque y otro basileño, Sergio Santos, no pudieron clasificar más allá de la ronda 1 de los Playoffs. Sufrió lesiones importantes también como la **Matt Miazga** o **Nick Hagglund**.
- En 2025, la dupla Evander-Kévin Denkey ofrece quizás el mejor fútbol ofensivo del torneo, con la mágia y versatilidad de Luca Orellano que a veces lo vemos de volante o carrilero. Junto a Roman Celentano en el arco, la seguridad de Miles Robinson y la vuelta Matt Miazga atrás, FC Cincinnati tiene hoy una columna vertebral que impone respeto y tiene proyección.
Una filosofía con piernas jóvenes
Hablamos de piernas jóvenes, porque lo impresionante no es solo el presente sino el margen de crecimiento. Lo de FC Cincy, es una transformación planeada, paciente y profundamente coherente en un equipo relativamente joven en MLS.
Varios puntos importantes de todo el ciclo de Noonan, y la actualidad:
- Presencia sudamericana y ofensiva: Desde Lucho Acosta, Brenner, hasta Álvaro Barreal, y hoy Luca Orellano, Evander. Hay un común denominador de jugadores con características muy parecidas, desequilibrantes, ofensivos, con mucho gusto al control y encare. La influencia sudamericana ha sido clave no solo en lo técnico, sino en lo emocional: jugadores con garra, con juego entre líneas, con picardía y sentido de pertenencia.
- Delanteros pesados y letales: Brandon Vázquez, Sergio Santos, Kévin Denkey. Más común denominadores.
- "Creo que somos un equipo que presiona bastante bien", dijo Noonan este año, y es una característica clave de su estilo, incomodar es prioridad uno.
- Contrataques, y sus laterales aportan en ese sentido, y la flexibilidad de Noonan con sus formaciones lo detonan aún más. En el reciente empate ante Columbus Crew, jugó con cinco atrás, a propósito de enfrentar al estilo bien marcado de tenencia de su rival de Ohio, Orellano de lateral con total libertad para ir más de wing y proyectarse, lo mismo con su fichaje 2025, Lukas Engel. Esto impulsa directamente las transiciones rápida que pueden iniciar con el argentino, por ejemplo, y avanzar rápidamente al último tercio, encontrando a Evander, y Denkey, como pasó en el gol del Hell is Real.
- Después en otro partido, encuentras al DT estadounidense, usando a Yuya Kubo por como si fuese Orellano, y a Yedlin por la otra banda. Con Engel en la línea de tres, más con papeles defensivos. Su plantilla también se lo permite, y la disponiblidad para mover las piezas a su manera lo posicionan como uno de los mejores estilos que tienen la MLS en la actualidad.
En síntesis, el ciclo de Noonan se sostiene en tres pilares claros: talento sudamericano desequilibrante, delanteros potentes y un estilo de presión alta con variantes tácticas según el rival. Su capacidad para ajustar el sistema sin perder intensidad ni identidad lo convierte en uno de los entrenadores más consistentes y competitivos de la MLS actual.
La lección Cincinnati
FC Cincinnati es la prueba viviente de que en el fútbol y en la vida, el fracaso no es un destino, sino que puede ser solo una etapa para aprender. Hoy, el club que alguna vez fue sinónimo de derrota es uno de los máximos protagonistas de la MLS. Y no por casualidad, sino porque supo reconstruirse desde las ruinas.
Esta es una historia que no habla solo de goles y títulos. Habla de procesos, de convicciones, de una ciudad que creyó en su equipo incluso cuando no había mucho que celebrar. FC Cincinnati no llegó al éxito de la noche a la mañana. Lo construyó. Y ahora, lo disfruta.
Pero no queda ahí. Con figuras como Denkey, Evander, Celentano, Orellano, Robinson y Miazga en plena madurez o con margen de crecimiento, el equipo no solo vive un gran presente: tiene bases firmes para mantenerse como contendiente real a la MLS Cup en los próximos dos o tres años.
Y si el club sigue ajustando el plantel con inteligencia, el techo es todavía más alto. Es un proyecto con visión, coherencia y ambición.
Su próxima cita en el Sunday Night Soccer, es otro partido para que se siga moldeándose un candidato al título, y enfrentar a un equipo con el que empató 2-2 a principios de temporada, Atlanta United, un encuentro en el que Evander empezó a consolidarse como protagonista del equipo.
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