Voces: Keyvan Heydari

El Mundo aterriza en América, con el fútbol como protagonista

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@keyvanantonio se sumerge en la línea de tiempo del fútbol en Estados Unidos. Un país que este verano (como lo será también dentro de un año) es escenario y sede de dos eventos que captan la atención del planeta: el Mundial de Clubes de FIFA 2025, y la Copa del Mundo de FIFA 2026. Su experiencia y vivencia a nivel personal a lo largo de años y eras del deporte se ponen al servicio de esta historia, que homenajea la 'resistencia' y la búsqueda de la cultura futbolera por parte de los aficionados de este país.

El Mundo aterriza en América

Durante décadas, los que nacimos o jugamos en Estados Unidos, buscábamos el fútbol, su cultura y sus historias por el mundo, impulsados por un doble motor de pasión y curiosidad.

Hubo años cuando el fútbol apenas sobrevivió en el país, y ahora los torneos más grandes y atractivos vienen a nuestras tierras y a nuestras puertas. A un año del inicio del gigantesco Mundial 2026, a celebrarse en México, Estados Unidos y Canadá, la antesala es el Mundial de Clubes de FIFA.

Todo comienza este sábado en Miami con el Inter Miami vs. Al Ahly, y cierra en Nueva Jersey en 31 días. Aun con un calendario futbolístico saturado y cuyas pausas tradicionales o veraniegas ahora se ignoran, es un torneo de gran envergadura, ambición y promesa.

La MLS tiene tres participantes:

  • Seattle Sounders FC, campeón de la Copa de Campeones Concacaf en 2022 y acreedor del nombre “Soccer City USA” por sus tradiciones y estadio;
  • Los Angeles Football Club, que eliminó al América de México hace pocos días y mostró en la cancha con fútbol y garra que merece su boleto:
  • y el Inter Miami CF, club construido a la medida y en torno a Lionel Messi y sus compañeros del Barcelona, que recibió boleto como representante del país anfitrión Con su reciente repunte, el Inter Miami puede certificar su nombre y prestigio.

El Mundial de Clubes, - con 1000 millones de dólares en premios, 13 ciudades sedes, 32 clubes y 63 partidos - presenta un certamen de posible doble personalidad. El ganador tendrá que disputar siete partidos. Todo, al completar una larga temporada europea, o acomodado dentro de calendarios distintos. La primera fase se trata de acumular puntos, prestigio o dinero, y asegurar uno de los primeros dos que avanzan a la fase eliminatoria mata-mata.

No se puede negar que el fútbol aterrizó. Pero si iba a despegar de verdad estuvo muy en duda. Incluso tras el Mundial USA ‘94 no existía seguridad sobre la viabilidad del soccer en Estados Unidos. En 1996, arrancó la MLS y en 30 años la liga se ha consolidado, con un total de 30 equipos.

Todavía, la cultura futbolística de este país está en desarrollo, pero el desembarco de Lionel Messi y Compañía en Florida en el 2023 marca una explosión en el soccer.

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Han cambiado muchas cosas desde esos tiempos. Los viajes y protocolos de seguridad lo hicieron en septiembre de 2001. Las comunicaciones y los móviles/celulares omnipresentes en los estadios de hoy, eran impensados. Contacto con los clubes y jugadores, las charlas con los técnicos son más escasas y difíciles.

Será un intenso mes de fútbol de clubes, que se escenifica al mismo tiempo que una Copa Oro. El último certamen de 31 días de duración en Estados Unidos fue el Mundial de 1994, un maratón transcontinental de calor intenso que comenzó el 17 de junio en Chicago y terminó el 17 de julio en Los Ángeles. El gran temor era que el equipo anfitrión, Team USA (entonces dirigido por Bora Milutinovic), fuera eliminado y decepcionara a un país en aquel entonces poco familiarizado con el fútbol y obsesionado/enfocado con grandes eventos y el éxito.

Mirando hacia atrás, es un cambio incomprensible. Uno podía presentarse en un aeropuerto o un estadio con un boleto de papel y entrar o viajar sin identificación.

El Mundial del 2026 cerrará una época en el fútbol de este país. El Mundial de Clubes será uno de los últimos capítulos de esta saga del futbol en Estados Unidos. Una Copa del Mundo de Clubes con 32 equipos abre una bonanza futbolística de casi dos años, pero esperamos que tenga un clímax memorable. No pedimos una final como Argentina-Francia de Qatar 2022, pero sí una con momentos mágicos.

Muchos de los grandes del fútbol tienen capítulos en territorio yanqui. Pelé tuvo su despedida del fútbol con los Cosmos y Santos en el estadio de Nueva Jersey, y su frase de “love, love” quedó en la memoria. Diego Maradona se despidió tristemente de los mundiales desde un hotel de Dallas tras ser expulsado de USA 94 por dar positivo en un control antidopaje. El partido siguiente, Argentina quedó eliminada en el Rose Bowl por Rumania. Entonces, Brasil obtuvo el tetracampeonato mundial en el Rose Bowl tras 34 años de espera.

En ligas como la NASL y MLS y canchas americanas jugaron inmortales como Johan Cruyff, Franz Beckenbauer, Eusebio, Gordon Banks, Giorgio Chinaglia, Carlos Valderrama, Lothar Matthaeus y Thierry Henry, entre otros. Ahora, Messi

Por décadas, amistosos de pretemporada en Estados Unidos servían para captar dinero y nuevos seguidores con un cambio de ritmo del calendario futbolero. Los veranos eran de vacaciones, torneos de selecciones o amistosos de clubes europeos.

Para ver soccer y la NASL, faltaba un amigo con auto para manejar a la cancha - sea a Foxboro, a Nueva Jersey a ver Cosmos, o Fort Lauderdale con Cubillas, Elias Figueroa y George Best. Curiosamente, es el mismo estadio de Fort Lauderdale donde ahora compiten Inter Miami, con Messi, Busquets, Alba, Suárez et. al.

Los puntos futboleros del país - Nueva York, Chicago, Texas, Florida o California - escenificaban partidos de clubes y selecciones, manteniendo la pasión viva.

Algunos detalles ayudan a entender este cambio. La final del mundial Argentina 1978 se podía ver solo pagando $20 en circuito cerrado.

Un empresario y ex jugador peruano, Tony Tirado, movía cielo y tierra para transmitir partidos importantes por televisión. Todavía no existían Univision y Telemundo. ESPN iba a nacer al año siguiente, y más adelante, Fox. En inglés, partidos de fútbol se televisaban con comerciales que interrumpían la acción. Hacía falta una antena parabólica para ver balompié de otros países o Europa.

Pero esa industria de circuito cerrado, de ver partidos de clubes y selecciones entre semana en un restaurante o un club nocturno como experiencia colectiva, mantuvo el deporte vivo. Sin el circuito cerrado - y los que pagaban para apoyar a Honduras, Haití, Guatemala, El Salvador, Bolivia, Colombia, México, o USA y fueron fieles - tal vez no hubiese renacido el fútbol.

Ahora en los partidos del Inter Miami, vienen de todo el mundo para tomar un ‘selfie’ y certificar que vieron a Messi en persona.

En Miami, el Orange Bowl era punto fijo para partidos de clubes y la selección Colombia (su principal rival era EE.UU.). En Los Ángeles, la Copa Oro, amistosos de clubes y la rivalidad México-USA alimentaban el calendario futbolístico. También, jugar contra México en el frío Columbus era la cábala ganadora de la selección de Estados Unidos.

30 años no es nada - Postales de ayer y hoy

Como cantó Gardel en el tango, 20 años no es nada. (Treinta…maybe.) El aprender y hablar diferentes idiomas daba la oportunidad de tener charlas distendidas con protagonistas del mundo del futbol. Solo algunas anécdotas y episodios marcan postales de una evolución y época futbolística diferente:

Ahora todas las entrevistas son supervisadas y los medios solo tenemos 15 minutos para presenciar o documentar entrenamientos.

- En 1994, Diego Maradona, cuando salía de la concentración argentina en Babson College iba de shopping por Boston con su familia. Al Diego le encantaba viajar y ver Disney World y la NBA, pero posterior al 1994 le negaron una visa. Ni siquiera una invitación a disertar en Harvard pudo revertir su exilio.

- Durante la Copa Pelé de campeones y leyendas de Brasil, Italia, Inglaterra, Uruguay, Alemania y Argentina celebrada en 1991, en el hotel sede cerca del aeropuerto de Miami, un empleado de la piscina no reconoció a Edson Arantes do Nascimento, que estaba charlando con y pagando el almuerzo del capitán inglés Bobby Moore.

- En 1997, con el debut de su nuevo proveedor y sponsor de camisetas de 'la Canarinha', en el Orange Bowl de Miami se enfrentaron México y Brasil, entonces con Ronaldo, Romario y Roberto Carlos. Fue acompañado por un concierto de Santana para fortalecer el show y en la conferencia de prensa previa tenía tantas preguntas sobre el espectáculo musical que el deportivo. (En la fotografía, Ronaldo y Keyvan Heydari, durante la rueda de prensa previa a ese amistoso de selecciones).

Conferencia de prensa

- Nunca olvidaré cuando el idolo camerunés Roger Milla me recibiera desnudo para realizar una entrevista. “Somos así en Camerún, informales”, explicó. Otro africano, George Weah, entonces mejor jugador de Europa (y el padre de Tim Weah) invitó a todos a su casa en Staten Island tras un amistoso entre FIFA All-Stars contra MLS All-Stars en Giants Stadium.

- Jugadores de Europa venían a Nueva York, Los Angeles, Orlando o Miami a disfrutar vacaciones en una relativa calma o anonimidad. De vez en cuando, Romario y Ronaldinho, se podían ver jugando ‘futevolei’ en una playa de Miami Beach.

- El checo Pavel Nedved, Balón de Oro con la Juventus, comiendo en un restaurante de Bradenton, donde compró casa y puede vivir tranquilo.

- Una charla con Giovanni Trapattoni y la pregunta ¿Por qué, en su esquema táctico, la Juventus no ponía a jugar juntos dos cracks talentosos como Roberto Baggio y Alex del Piero? (‘Si sbilancia la squadra’ 'Se desequilibra el equipo', dijo el Trap)

- Años después de su accidentado cruce con Zidane en la final de Alemania 2006, el italiano Marco Materazzi manejó un RV o casa rodante con su familia de costa a costa para descubrir América.

- En el 2012, la MLS organizó un ‘tour’ de medios colombianos para que vieran el fervor futbolístico y la caminata de seguidores de Seattle desde Pioneer Square al estadio Lumen Field. Quedaron maravillados por la devoción de los hinchas Esmeraldas.

Un mes, un campeón

Todo cambiará de tono cuando pase la resaca de los campeones europeos como el PSG o el Chelsea, los pesos pesados y los equipos en renovación y con ambición - el Manchester City de Guardiola probando cómo acomodar a Cherki y Ait Nourii, el Real Madrid bajo Xabi Alonso evalúa una defensa con Huijsen y Alexander-Arnold, y Boca Juniors bajo el mando de Miguel Ángel Russo o el Inter Milán que despidió a Simone Inzaghi por Cristian Chivu y fichó al delantero Luis Henrique - agarren ritmo y empiecen a enfrentarse.

El fútbol, transmitido a todas partes y a toda hora, se ha perdido algo de la capacidad para sorprender pero la sensación de confirmar o descubrir un talento emergente: tal vez el mediapunta de zurda educada Franco Mastantuono, que participará con River Plate antes de pasar a Europa y ya debutó la selección albiceleste con 17 años; tal vez el ecuatoriano Kendry Páez (Chelsea), o Estevao, puntero del Palmeiras.

Club campeón del mundo: una historia con interrupciones

Si bien el Mundial de Clubes de FIFA tiene una nueva cara, el historial de identificar el mejor club del mundo viene de mucho antes. El primer certamen de sede única con varios equipos fue en Brasil en 2000 (con Corinthians campeón). Versiones más recientes se disputaron en Japón, Medio Oriente o Marruecos.

Anteriormente, un partido único en Tokio definió el monarca, y ver el ‘campeón mundial’ de clubes obligaba a trasnochar. En la Copa Toyota, clubes latinos podían mostrar sus quilates; del 1980 al 1984, los sudamericanos ganaron las primeras ediciones. Se veía a un Sao Paulo (BRA) enfrentar al Barcelona (ESP), o un Nacional (URU) contra Nottingham Forest (ENG). En el 1985, la Juventus ganó por penales, pero en la retina quedó la fulgurante aparición en escena de Argentinos Juniors y Claudio Borghi (inventor de la rabona). (NDR: La final de Catar 2022, Borghi fue comentarista para la TV de Estados Unidos)

Previo a la Copa Toyota, la Copa Intercontinental, (de varias ediciones y muchas interrupciones y con partidos de ida y vuelta) mostró el Santos de Pelé - jugador declarado patrimonio nacional y el equipo denominado los ‘Santásticos’ - maravilló a propios y extraños en los años 1950s. Pero el fútbol violento de clubes rioplatenses - Nacional, Independiente y Estudiantes de la Plata - provocó el retiro de los europeos.

La pasión del fútbol llegó y está en Estados Unidos. Pero ya estaba presente, aunque a veces solapada.

El talento es muy seductor, y la magia del fútbol captará veteranos y nuevos adeptos. Por ejemplo, un amigo futbolero, Oscar Pisano, fue compañero de Diego Maradona en Argentinos Juniors, y vino de Argentina a jugar en los Estados Unidos en 1979. Jugó en la NASL (Memphis) y los inviernos en ligas de ‘indoor’. Luego fue entrenador asistente con Columbus Crew y con Dallas. Los domingos, disputaba uno que otro juego informal. El próximo sábado, viajará al juego del Inter Miami contra el Al Ahly, 45-veces campeón de Egipto. ¿Por qué? “A Messi no lo había visto en persona”, confesó.

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