La cultura futbolera de Cascadia y las figuras latinas dijeron presente en el Lumen Field.
Seattle Sounders FC es uno de los clubes con más acervo y legado futbolístico en la Major League Soccer, y el marcador final ante Atlético de Madrid marca su eliminación del Mundial de Clubes 2025, pero ese 1-3 no alcanza para contar todo lo que pasó en el encuentro.
Algo que no se perdió fue la idea, el alma latina de los hermanos Roldán, Obed Vargas y Jesús Ferreira, junto a la resistencia simbólica de un equipo que ha sido pionero en Estados Unidos para estos escenarios.
Seattle fue visible
Algo para entender es que el conjunto esmeralda tiene identidad colectiva y creyente, gracias al largo trabajo de su director técnico Brian Schmetzer, que es de la casa, de la ciudad y lo ha llevado a ganar dos títulos nacionales (MLS Cup) y el Concachampions.
Bajo su mando, el equipo no improvisa. Responde. Y lo hizo: ante un Atlético del Cholo Simeone que se caracteriza por ser intenso, pragmático y además, superior en nombres.
Seattle no bajó la cabeza y se notó muchísimo en la segunda mitad, cuando Albert Rusnák recibió una asistencia del brasileño João Paulo, y un centro peligroso del mediocampista mexicano estadounidense, Vargas.
Los latinos en manifiesto
La reacción de Seattle tuvo nombres propios.
- Obed Vargas fue el primer trazo: con 19 años, ya sabe lo que son escenarios grandes, pues fue partícipe del título continental esmeralda hace tres años, fue el motor de la jugada de gol, rompiendo líneas y centrando, pero además la segunda más clara -que se anuló para Jesús Ferreira-, fue con toda su influencia. Su personalidad se siente en el equipo esmeralda.
- Cristian Roldán y Alex Roldán, jugaron sin mucho reflectores, pero marcando el ritmo físico y emocional del equipo. Cristian además fue autor del primer gol de MLS en su primer partido de fase de grupos.
Mentalidad fuerte
Más allá de los nombres, la actitud colectiva del equipo reinó, con dignidad el equipo no se rindió con el resultado adverso, buscó, lo intentó en largos momentos del partido.
Dieron buenas impresiones con números superiores en los últimos cuarenta y cinco minutos, dentro del contexto de derrota y eliminación claro está:
- 3 ocasiones claras, de 2 colchoneras.
- 9 tiros totales, 4 más que su rival.
Poniendo en aprietos a un equipo europeo que línea por línea individualmente tenía todas las de ganar -y la victoria lo confirma-, pero estaban Georgi Minoungou o Albert Rusnák también, para dar la cara.
¿Por qué hablamos de cultura?
Simple, y por algo 51.636 fanáticos presenciaron el partido en el Lumen Field, Sounders cayó, pero sigue siendo pionero. SEA no es el equipo más ruidoso, ni el más mediático, pero es el más consistente culturalmente en la MLS.
Aunque ojo, si de ruido hablamos, pocos estadios suenan como el de Esmerald City, cuando los Roldán recuperan, Obed encara o el escudo pesa.
Seattle fue el primer campeón continental de verdad para esta liga, cuando derrotó a UNAM de México en la Copa de Campeones Concacaf 2022 y destronó de la hegemonía a los equipos mexicanos.
Fue el primero en clasificar a la Copa Mundial de Clubes FIFA, gracias a ese acontecimiento. Demostraron carácter y convicción esa vez, algo que caracteriza a toda la era de Brian Schmetzer, pero que no le alcanzó para seguir en el camino hoy.
Aunque todo hace pensar que no logrará superar la fase de grupos (sus opciones dependen de posibilidades muy extremas), Seattle no fue invisible. Jugó en casa, frente a su gente, con jugadores que representan lo que el club ha construido durante años: una identidad sólida, una conexión real con su comunidad y una forma de competir sin perder el estilo.
Sounders (muy probablemente) se va del Mundial de Clubes con la frente en alto.
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