Es imposible capturar verdaderamente un momento. Seguro, puedes hacer una fotografía, pero a veces incluso una cámara puede mentir. Santi Rodríguez lo sabe. El volante ofensivo de New York City FC está aprendiendo a tomar fotos, trabajando en cómo congelar el tiempo, encontrar el colo adecuado, la luz y la profundidad para cada imagen.
Es un estudio de ángulos, que envía su mente a través de los mismos cálculos que hace en el campo. Allí, a diferencia de detrás de la cámara, donde solicita ayuda a los fotógrafos de NYCFC y amigos en su Uruguay natal, es algo natural.
La pelota está en sus pies desde niño en Montevideo, representando a su calle contra equipos informales de las otras calles del barrio.
Cuando el balón está en sus pies, “sinceramente me siento muy natural, muy espontáneo. Intento ser lo más infantil posible en el día a día aquí en el club, jugando y entrenando”, dijo a MLSsoccer.com esta semana. “Me gusta divertirme porque realmente es mi trabajo, pero hago lo que me gusta así que no es un trabajo. Hago lo que siempre soñé y por eso lo disfruto mucho más.
“Realmente me encanta dar asistencia, anotar, hacer una pared con mis compañeros. Me hace sentir como un niño otra vez y es lo que más disfruto”.
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Raíces en la rivalidad
Ahora con 24 años, Rodríguez muestra la alegría de un joven en esta temporada. Hizo cinco goles en 13 partidos, y en la victoria del miércoles por 2-1 sobre Philadelphia Union agregó su tercera asistencia de la temporada con un pase medido desde la banda derecha para que Alonso Martínez pudiera abrir el marcador.
Este sábado se juega un partido de rivalidad, pero en lugar de jugar para el equipo de su calle, jugará para New York City FC contra New York Red Bulls en Citi Field, como parte de Rivalry Week presentada por Continental Tire (7:30 pm ET | MLS Season Pass).
Rodríguez todavía intenta mantener elementos del fútbol callejero en su juego. Cuando corta el balón hacia atrás para enviar a su defensor y hace un centro, ese es el fútbol que jugaba de niño en Montevideo. Pero no pasó mucho tiempo antes de que equilibrara el juego en las calles de la capital uruguaya con el estilo de juego más formal que aprendió en uno de los mejores equipos del país: Nacional.
Su vínculo con el Tricolor es tan profundo que tiene el escudo tatuado en la pantorrilla y dice que sigue siendo un “fanático acérrimo” al que le encanta interactuar con los fanáticos del equipo en las redes sociales y mantenerse al tanto de cada partido. Jugó en múltiples ediciones del Clásico Uruguayo, una acalorada competencia ante el eterno rival Peñarol.
“El Clásico allí es increíble. Tiene una magia enorme para mí”, dijo.
Un papel en evolución
Aquí, dice Rodríguez, hay más reglas y más trámites burocráticos, mientras que los fanáticos en Uruguay son libres de disparar fuegos artificiales o trepar a árboles y estructuras para vislumbrar a su equipo, sin importar el hecho de que literalmente puedan estar arriesgando su vida y su integridad física. Pero si bien el espectáculo fuera del campo en Uruguay puede llamar la atención, Rodríguez cree que valdrá la pena ver la calidad del partido del sábado.
"Realmente disfruto el juego aquí", dijo. "Allí es más bien una situación en la que tal vez en un Clásico no importa cómo juegues, lo único que se trata es de ganar".
"Aquí se juega un poco más [tácticamente] y obviamente también se juega para ganar. Para mí, siempre hay que ganar un Clásico".
La intensidad de un partido de rivalidad es sólo una lección que está trabajando para impartir a sus compañeros de equipo en un vestuario joven del NYCFC. Rodríguez rechazó la idea de que él sea uno de los antiguos jefes del grupo. "¡Estoy ahí en el medio!" Se rió, notando la presencia de varios jugadores veteranos en el equipo.
Pero no hay duda de que intenta ayudar a sus compañeros más jóvenes. Ya sea trabajando con el lateral esloveno Mitja Ilenič para ganar precisión con sus centros, o compartiendo lecciones de vida colegas sudamericanos como Agustín Ojeda y Julián Fernández, Rodríguez intenta poner su esfuerzo adicional para asegurarse de que esta temporada sea un éxito para NYCFC.
No siempre fue una garantía de que Rodríguez estaría aquí en este lugar, ya que NYCFC invirtió en la juventud para impulsar al equipo hacia adelante después de su triunfo en la MLS Cup 2021. Antes de la temporada pasada, el futuro de Rodríguez parecía que podría estar en Europa, Brasil o cualquier otro lugar fuera del Bronx. Pero después de aceptar un contrato como Jugador Franquicia que lo mantendrá en el club hasta 2027, el jugador sabe que está en casa.
Esto puede resultar reconfortante, pero también genera un alto nivel de expectativas. Aun así, el entrenador en jefe del NYCFC, Nick Cushing, sabe que el impulso que ha tenido desde que comenzó a jugar significa que Rodríguez se esforzará para triunfar.
“Creo que lo bueno para mí y para Santi es que vemos el juego de la misma manera. Tenemos los mismos estándares y deseos”, dijo Cushing en un video que el equipo publicó el mes pasado. “Tenemos el mismo hambre y fe en la ciudad de Nueva York.
“Si queremos ser un equipo ganador, Santi Rodríguez tendrá que jugar su mejor fútbol”.
A la altura de las circunstancias
Cuando Rodríguez escucha a Cushing hacer declaraciones como esa, y hacerlas públicamente, lo motiva.
En lugar de presión, siente la obligación de ser el jugador clave en este equipo, ya que buscan ganar no solo una victoria de rivalidad este fin de semana contra RBNY, sino también agregar otra MLS Cup después de ganar una en la primera temporada de Rodríguez con el club en 2021.
“Lo que dijo fue realmente importante para mí”, dijo Rodríguez. “La responsabilidad es mayor, pero ese tipo de comentarios positivos ayudan a aumentar mi confianza.
"Lo que dijo te permite jugar como has estado jugando, jugar naturalmente sin tener que pensar: 'Ahora tengo más responsabilidad, tengo que hacer más cosas'. No, hago estas cosas que tengo que hacer bien". Siempre pensando en el equipo y manteniendo la calma porque realmente siento esa confianza”.
O sea, que Rodríguez haga lo que mejor sabe, lo que viene haciendo desde que anotaba para el plantel de la Calle Tercera en lugar de ser aclamado por estadios llenos de hinchas de Nacional o del NYCFC: crear momentos mágicos, que no se pueden quedar congelados en el tiempo, pero los fanáticos lo recordarán para siempre.
