Dicen que el silencio te hace más fuerte. Para muchos, el silencio puede hablar más que cualquier grito. El de Riqui Puig en LA Galaxy resuena profundamente.
La ausencia del mediocampista español en el vigente campeón de la Major League Soccer no es solo la falta de un jugador, es la disrupción de un sistema exitoso en la última temporada.
No es un secreto para nadie la necesidad de los angelinos por la vuelta de su 10 estelar, pero Galaxy está luchando por encontrar su nueva identidad -afectado por otras ausencias-, sin su líder creativo.
La historia reciente de este club, campeón de la MLS Cup 2024 y que el sábado 4 de mayo visitará a Sporting Kansas City (7 pm ET - MLS Season Pass) -en una nueva edición del Sunday Night Soccer- está muy marcada por la lesión de su arquitecto, quién es un producto de La Masia, cantera del FC Barcelona.
El #10 español ha estado fuera de las canchas después de su lesión -y cirugía- en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, pero dejó atrás un hueco difícil de llenar.
Riqui volvió a trabajar en el gimnasio con ‘los Galácticos’, y aunque su ausencia sigue siendo palpable, la urgencia de su regreso crece cada vez más, dejando claro que no se trata solo de un futbolista: se ha convertido en el símbolo de lo que el Galaxy necesita.
Una estrella que aún brilla en la sombra
A veces, el silencio no es vacío: es eco de algo que todavía vive. En el caso de Riqui Puig, su ausencia ha hecho más que doler: ha recordado. Ha revalorizado. Y aunque el Galaxy ha tenido el peor arranque de un defensor del título en la historia de la MLS, el equipo también ha descubierto —en medio del ruido apagado— cuánto significado encierra el ‘10’ en su espalda.
Decíamos que el silencio te puede hacer más fuerte, y aunque en lo futbolístico la ausencia de RP10 ha sido profundo, en lo simbólico ha revelado un crecimiento distinto.
El sentido de pertenencia, forjado por la influencia que tuvo el catalán con su juego dinámico y creativo, es parte de esto. Hoy parece evidente que no era solo un generador de fútbol, sino un punto de cohesión para el plantel.
En qué se nota la ausencia de Riqui
Sin Puig, los pases en profundidad, la visión de juego, y esa capacidad para dictar el ritmo de un partido han desaparecido. El equipo de este año se parece muy poco a ese que levantó el título en el Dignity Health Sports Park.
Mucho tiene que ver la desconexión que parece existir actualmente. Talentos como Joseph Paintsil, Diego Fagúndez, Marco Reus o el mismo Christian Ramírez no logran soltarse del todo en este Galaxy modelo 2025.
La transición ofensiva, que era una de las armas más peligrosas del Los Ángeles campeón el año pasado, hoy se ve interrumpida. El balón ya no circula con la misma fluidez y las jugadas se desvanecen a medida que avanzan, como si al equipo le faltara una chispa.
Pero ahí, en ese mismo espacio, también se construye una narrativa poderosa: la influencia de Riqui Puig permanece y crece, y todo parece girar en torno a la vuelta del 10.
Calidad y carisma, un retorno deseado
El regreso de Puig está condicionado por su recuperación, que aún sigue sin fecha estimada, aunque ya se le ve haciendo trabajos físicos en el gimnasio, y con la pelota en las canchas de Los Ángeles.
No existe fecha absoluta de su retorno, pero considerando que su cirugía fue el 11 de diciembre de 2024 en Barcelona, el tiempo estimado de recuperación en esos casos va de entre seis u ocho meses. Dependerá de su evolución.
Más allá de los tiempos de recuperación, lo que ha quedado claro es que la figura de Puig se ha convertido en un faro de esperanza para el Galaxy. Su vuelta, podría fungir como empuje emocional para su equipo, que en este momento luce muy golpeado, y algo desorientado y despavorido.
El mediocampista catalán ha dejado claro que la calidad y el compromiso no pueden ser reemplazados fácilmente. Ya son 0 triunfos, 7 derrotas y 3 empates, con una diferencia de goles de -12 para el conjunto de Greg Vanney, el más bajo de la MLS tras la jornada 10 de la temporada regular.
Esa 'desconexión' que ya mencionamos, no solo tiene que ver con la capacidad ofensiva que está pereciendo, sino del desfase que se ve entre la defensa, el mediocampo y el ataque. La organización, así como la innata creavitidad, es obra y arte de Riqui Puig.
La afición lo espera, pero también lo añora, lo reconoce como la pieza faltante en un rompecabezas que aún no ha sido completado.
A pesar de esto, el club no se ha cerrado en la idea de reforzar el mediocampo, y la obtención de Lucas Sanabria, de Nacional de Uruguay, llega para buscar soluciones en ese sentido. El charrúa (ya libre de las dolencias y lesiones que aquejaron en la fase inicial del año) puede comenzar a desplegar sus variantes de juego en el club con más títulos de liga en Major League Soccer.
Lo que Riqui puede devolver: juego, identidad y esperanza
Argumentos para creer que su regreso será la chispa que reanime al Galaxy:
- El pasado: anotó 17 goles, 18 asistencias en 33 partidos jugados entre la temporada regular y los playoffs de MLS. Su claridad le daba mucha más libertad a sus compañeros, y toda la corriente ofensiva pasaba por sus pies. Un signo de su carácter como líder creativo, para llevar a su equipo a la final de la MLS Cup 2024. Aunque se lesionó en la final de la Conferencia Oeste.
- Ausencia que lo engrandece: la figura de Puig crece desde la sombra, ya no es solo el mediocampista creativo, sino el símbolo de una idea perdida, y por consiguiente la solución.
- A pesar de su lesión sigue siendo de los jugadores más valorados de la MLS.
- Liderazgo intangible y el héroe: en la final de la Conferencia Oeste, jugó más de 30 minutos con el ligamento cruzado roto, y aún así asistió el gol que los clasificó. Una gran demostración de honra para su equipo.
- En un vestuario perdido, su presencia —aún desde el gimnasio— sigue siendo una brújula emocional.
- Una chispa que aún puede encender la temporada: su regreso podría coincidir con la recta final del campeonato, podría significar una devolución de su voz al Galaxy.
A esta altura, la pregunta ya no es si el Galaxy podrá sobrevivir sin Puig, sino cuánto más puede demorarse en reencontrarse con su esencia.
El regreso del catalán es indispensable en un sistema que lo convirtió en su columna vertebral.
Su regreso no será solo una vuelta física, será devolverle una idea, un retorno al estilo que definió al Galaxy en 2024.
La espera, aunque larga, solo aumenta la expectativa, y fuerza la leyenda de un jugador cuya influencia va más allá de sus goles y contribuciones.
Que vuelva no solo puede cambiar una temporada: puede redefinir un equipo.
Y por eso, Riqui Puig es la solución que los angelinos aún no encuentran… y podría ser la única que realmente necesita.
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