En el marco de un apoteósico 'El Tráfico' del 4 de julio -en el que se congregó una cantidad récord de público- el LA Galaxy lució como un contendiente al título de liga, y Riqui Puig se mostró como probablemente el mejor jugador de la Major League Soccer.
La realidad, sin embargo, la reflejan los números: LA Galaxy sigue entreverado en las últimas posiciones de la Conferencia Oeste, pese a su victoria 2-1 sobre LAFC en el Rose Bowl. Y Puig todavía está lejos de ser una figura contrastada en la liga norteamericana.
Pero si solo nos quedamos con el partido de cierre del Independence Day, la actuación del Galaxy y de Puig alcanzaron niveles consagratorios, ante los 82.110 aficionados que presenciaron el clásico.
El partido de la Jornada 22 fue una historia diferente para el conjunto de Greg Vanney, y especialmente para Puig. El catalán fue dominante desde el inicio hasta el final del partido, en el mayor triunfo de los G's del año. Primer con una gran asistencia para Tyler Boyd en el minuto 26, que se transformó en un golazo, y luego para anotar un gran gol de su autoría a 17 minutos del final, para cerrar la cuenta de una gran velada.
"Me encanta la presión, me encanta jugar estos partidos, me encanta jugar derbis contra grandes equipos. Y, honestamente, estoy muy feliz", afirmó el volante de 23 años tras el juego.
En el partido anterior ante LA Galaxy y LAFC, Puig celebró un tanto propio exhibiendo su camiseta frente al '3252' el grupo de aficionados más grande de Los Angeles Football Club. Riqui lamenta no poder haber hecho lo mismo el martes por la noche.
"Me moría por hacerlo nuevamente", dijo. "Pero la verdad es que si me mostraban una tarjeta amarilla no podría jugar el partido del sábado ante Philadelphia Union".
El entrenador y director deportivo Greg Vanney se mostró maravillado por la producción de Puig. "En este momento, en este estadio, con esta cantidad de gente, con el espectáculo que se montó esta noche, él estuvo sobresaliente".
"Él está como en una velocidad diferente. Cuando toma el balón, cambia de dirección y acelera, simplemente opera en otra velocidad".
Boyd también tuvo palabras de elogio para su compañero. "Es un jugador fantástico. Creo que estamos comenzando a entendernos bien él y yo. Hoy eso quedó demostrado. Él me dio la primera asistencia, y yo le di la segunda. Es lindo hacer esa conexión".
Fue la primera victoria de LA Galaxy en más de un mes, en un partido trascendente, y en un marco histórico para la MLS. "Creo que todo jugador quiere estar en estos partidos", culminó Puig. "Estar en estos estadios, que 82.000 personas te estén viendo. No juego por dinero. Juego por este tipo de experiencias. Me siento como un niño pequeño".