A veces las expectativas tienen que esperar, como Pedro de la Vega aprendió en esta temporada.
Después de llegar desde Lanús a Seattle Sounders FC en enero, y ser el dueño de la camiseta #10 después de la salida de Sounders del legendario Nico Lodeiro, de la Vega esperaba ser un jugador clave en el ataque del equipo esmeralda.
Sin embargo, en la antesala del Clásico de Cascadia ante Portland Timbers del sábado (10:30 pm ET | MLS Season Pass), ha jugado en apenas ocho partidos de MLS, y solo ha sido titular en tres de ellos, debido a un par de lesiones que lo tuvieron a maltraer esta temporada.
Pero el argentino piensa que está dando vuelta la página y que está listo para cumplir con un rol clave para que los Sounders puedan jugar en casa en los Playoffs de la MLS Cup presentados por Audi, en lo que él mismo define como "la parte más importante del año". Ese momento coincide con el hecho de que Seattle ganó siete de sus últimos nueve partidos, y alcanzó la quinta posición en la Conferencia Oeste.
"Cuando llegué aquí, vine con expectativas enormes, que todavía las tengo", explicó de la Vega a MLSsoccer.com esta semana.
“Me gusta pensa que las cosas siempre pasan por un motivo, e intento mantener esa mentalidad, ese profesionalismo que siempre me caracterizó: seguir entrenando y hacer las cosas bien. Eso es lo que quiero, que todo este trabajo tenga sus resultados".
Nuevo hogar
A pesar de la frustración de jugar poco más de 200 minutos de liga, el Jugador Franquicia Joven se mantuvo en un buen lugar mentalmente gracias al apoyo de su familia, sus compañeros de equipo de los Sounders y el cuerpo técnico.
Sus compañeros de equipo lo han invitado a sus casas y lo han hecho sentir bienvenido en el Noroeste estadounidense, en su primera experiencia fuera de Argentina, donde jugó más de 100 partidos con Lanús.
Cuando está solo, de la Vega toca la guitarra, aunque admite que es mucho más probable que toque una canción argentina de un grupo como Soda Stereo que algo de los míticos héroes de la música de Seattle como Nirvana o Jimi Hendrix, ya que recién está comenzando a sumergirse en la música en idioma inglés. También le gusta leer.
Esas actividades y el apoyo de la comunidad de los Sounders han ayudado a de la Vega a no permitir que los malos momentos le hicieran perder de vista sus objetivos más amplios.
"Sería una mentira decir 'No, solo soy positivo'. He tenido momentos difíciles en esta temporada, honestamente. “Fue un año de muchos cambios, de adaptación. Pasé por mucha frustración”, dijo de la Vega.
“Pero creo que ahora encontré un punto en el que tengo esa paciencia para mantenerme positiva y creo que la parte hermosa del año está por venir”.
A la vuelta de la esquina
Será hermosa si de la Vega contribuye de manera significativa al ataque de los Sounders, como ha dado muestras recientemente. El pasado fin de semana contra Minnesota United, el futbolista de 23 años tuvo casi media hora de acción, preparando algunas ocasiones de gol y registrando un disparo al arco.
De la Vega siente que es crítico comenzar a conetcarse con compañeros como Jordan Morris, Albert Rusnák y Cristian Roldan mientras la temporada entra en su parte final, en la que las expectativas de pretemporada intentan convertirse en realidad.
“Creo que estoy encontrando esa conexión”, dijo. “Mis expectativas son contribuir al equipo con asistencias, goles, regates, impulsar las cosas hacia adelante, tratar de hacer mi trabajo en cualquier posición en la que juegue, he estado en la banda izquierda o más en el medio. Creo que lo más importante es sentir más conexión con mis compañeros de equipo”.
El sábado en Providence Park es la oportunidad de de la Vega para demostrar esos vínculos en un clásico que es mucho más que un partido normal de la temporada regular. Aunque estaba lesionado, viajó con el equipo para ver en persona la victoria 2-1 de Sounders el 12 de mayo.
“Me encantó porque hay un gran ambiente de clásico, lo que hace que el partido sea más emocionante”, dijo.
Pero no es de extrañar que el Lumen Field haga que De la Vega se sienta como en casa.
“Los aficionados viven los partidos con mucha pasión. Se nota en cada partido en casa y me recuerda un poco a mi país, donde hay tanta euforia”, dijo. “Es realmente bueno aquí. La gente siempre va al estadio, apoya y se ve en los resultados”.
El club, los aficionados y la ciudad han cumplido con las expectativas de De la Vega. Ahora que se siente en forma y con esperanza, De la Vega quiere estar a la altura de las expectativas que Seattle tenía de él y las que él tiene de sí mismo.