Miguel Almirón no nació en Atlanta; está a 7.200 kilómetros de sus raíces en el barrio de San Pablo en Asunción, Paraguay. Sobre el papel, su primera etapa de dos años en Atlanta United (entre 2017 y 2018) puede parecer como una simple escala, algo más corto que sus etapas anteriores en Cerro Porteño y Lanús, y apenas una fracción de su período como jugador de Newcastle United.
Pero la realidad es muy diferente, como lo fueron las imágenes y sonidos -y las miles de sonrisas- que se generaron en la ciudad en mes pasado, cuando se confirmó su regreso.
Bienvenido a casa
Este fue un regreso con todas las letras. Solo hace falta revisar el video de la multitud de aficionados y la cantidad de cámaras de televisión que lo recibieron en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta. Y en los detalles íntimos y emocionante que el equipo de redes sociales del club capturó en el regreso de Almirón al centro de entrenamiento Children's Healthcare.
"¿Lo recuerdas? Te dijo que iba a volver alguna vez", murmuró Miguel en español a Silvia Cisneros, especialista en hotelería, una adorada integrante del personal de cocina que hace sentir como en casa a jugadores de todo el mundo cuando se sientan a comer en Marietta, Georgia.
Grandes jugadores, tanto de casa como del extranjero, han estado ahí a lo largo de los años. De manera notable, si bien las dos transferencias de Almirón a ATLUTD fueron de siete cifras, ninguna de ellas está entre las mayores cinco inversiones del club a nivel histórico. Hay algo especial sobre el enganche paraguayo y su sonrisa, que ilumina el espacio en el que está. Eddie Howe, su entrenador en Newcastle, lo llamó "personalidad contagiosa".
Hablen con aquellos que lo conocen, y se darán cuenta que su personalidad es tan importante, efectiva y devastadora como lo es su pie izquierdo y su incansable capacidad de trabajo.
"Fue muy fácil conectar con Miguel", recordó Mario Cruz, fisio terapeuta y uno de los primeros empleados de Atlanta United, en conversación con MLSsoccer.com. “Muy humilde, muy agradable, un tipo muy sencillo, que siempre sonríe".
“Antes de ser un futbolista, es un gran tipo, que aprecia y respeta a todo el mundo, sin importar el trabajo que haces. Así que era un muchacho querido por todo el mundo. Es caso como si fuera el hijo que se fue y regresó, y todo el mundo está contento de verlo, y a todo el mundo le cae bien".
Conexión profunda
¿El regreso del hijo pródigo? Hay casi una intensidad bíblica en la figura que brilló en las dos primeras temporadas eufóricas de las dos primeras temporadas de Atlanta. El vivaz número 10 que hizo que una región entera, una con una historia de bastantes decepciones en los deportes profesionales, se enamorara de su equipo, llevó a ese equipo a la gloria de la Copa MLS y luego, semanas después, se fue en una transferencia récord de la liga en ese entonces a un club icónico de la liga más vista del mundo.
"Como aficionado del deporte de toda la vida en Atlanta, cuando vi a Miguel en la cancha por primera vez, vi algo especial", dijo Leo Walker, un aficionado de ATLUTD e historiados del deporte en Atlanta, que presenta el podcast ATL 3 Style. “Miguel jugó con una pasión que nunca había visto en otro deportista profesional en esta ciudad. Eso no habla mal de otras estrellas que hemos tenido aquí, pero su pasión fue diferente. Inmediatamente mostró a los hinchas de Atlanta que estaba aquí para ganar".
“También se movió por la ciudad, y verdaderamente adoptó a Atlanta como su hogar en su primera etapa aquí. Su pasión por ganar y su juego dominante lo convirtieron en un claro favorito entre los hinchas, pese a que jugaba el mismo tiempo con el mejor delantero que la MLS había visto hasta entonces, Josef (Martínez). También era un tema de conversación para muchos de los nuevos aficionados al fútbol que experimentaban a la MLS por primera vez".
‘Miggy’ dejó una marca en la Capital del Sur. Y la ciudad dejó una marca en él.
“Desde el momento que dejé el aeropuerto para ir a Newcastle [en 2019], fue algo que de lo que hablé con mi esposa, sobre la posibilidad de regresar aquí", dijo Almirón durante su presentación, al agregar que ahora su alegría está en compartir estos mimentos junto con su hijo Francesco. "Creo que por sobre todas las cosas es por la conexión que tengo con los aficionados y la ciudad".
Brindando inspiración
Hoy Almirón es el compañero del defensor y canterano Efraín Morales. En 2018, el paraguayo era el modelo a seguir de todo lo que Morales -en ese momento, un adolescente en el equipo Sub-15 de la academia de ATL- soñaba con ser. Todavía recuerda de manera patente ser parte del desfile con el que 'las Cinco Bandas' celebraron haber ganado la MLS Cup, cuando se tomó selfies con Almirón mientras la caravana recorría las calles de Atlanta, llenas de aficionados rebosantes de felicidad.
“Estaba el bus del primer equipo, luego el bus de los Sub-15, e íbamos por la ciudad mientras miles de personas nos saludaban", recordó Morales, miembro de la primera camada de la Academia. "Tengo videos en los que estoy con él, uno al lado del otro, celebrando con la copa, y fue esa conexión con la ciudad la que formó uno de los recuerdos más apreciados de mi vida".
Almirón fue el símbolo de ese sabor latinoamericano de esos primeros equipos de ATLUTD, construidos y liderados por un técnico respetado como Gerardo ‘Tata’ Martino, que tenían una mentalidad ofensiva que enamoraba. Eso ayudó a inspirar a Morales, que tiene raíces bolivianas, y a muchos otros en una ciudad que cuenta con una población cada vez más internacional en su área metropolitana.
“Nuca me voy a olvidar cuando comenzamos a ver no solo a los aficionados latinos, sino a todos los seguidores del club, usar el concepto de ‘La Banda’ para describir a esos jugadores: LGP [Leandro González Pírez], [Eric] Remedi, Almirón, Josef y [Ezequiel] Barco, cuando se unió”, dijo Felipe Cardenas, periodista que cubre a ATLUTD y al resto de MLS para The Athletic. “El término 'Culture' a veces se usa demasiado. Pero en el caso de Atlanta, creo que fue realmente importante".
“No era el Sur de Florida, no era Los Ángeles. Era Atlanta, y había una onda muy latina que le gustaba a todo el mundo en el estadio, debido a cómo jugaban, cómo se comportaban, la emoción y la pasión del equipo, ya sea positivo o negativo, era algo que todo el mundo amaba. Incluso las tarjetas amarillas y rojas de LGP... la gente las celebraba. Amaban esa parte de la personalidad, y Miguel fue parte de esto, obviamente. Su sonrisa y su personalidad conectaron con unos aficionados que estaban desesperados por tener una estrella".
El líder de ATL
Morales se convirtió en internacional con Bolivia, y en noviembre enfrentó a Almirón y Paraguay en un tenso partido por las Eliminatorias Sudamericanas en El Alto, en un partido que finalizó 2-2. Tras el juego, Morales se acercó a Almirón para comentarle lo que había significado para él, sin saber que meses más tarde serían compañeros de vestuario.
“Fue la primera vez que jugué contra él. Y hablamos un poco. Y le dije: 'Hey, me acuerdo de ti. Cuando tenía 11 o 12 años jugaba para Atlanta United'", explicó Morales. I remember you. When I was 11, 12 years old, I played for Atlanta United,’” explained Morales. "Cuando juegas contra él, sabes que el tipo es un ganador. Ya ha ganado con este club antes. Así que sabe un par de cosas".
Cuando se presentó la oportunidad de que Almirón fuera uno de los grandes fichajes del invierno, junto con el delantero Emmanuel Latte Lath y el mediocampista Mateusz Klich, el presidente del club Garth Lagerwey y el nuevo director deportivo Chris Henderson sabían que estaban sumando a un extremo que destaca por su creatividad, definición y capacidad de resolver.
El impulso intangible de reconectar con aquellos días felices del pasado también fue muy importante.
"Cuando fichamos a Miggy, cuando lo trajimos a casa", dijo Lagerwey en una aparición en el programa 'Morning Footy' de Golazo Network, "realmente sentimos que tendría más impacto dentro y fuera de la cancha que cualquier otro jugador que pudiéramos fichar en el mundo, salvo una superestrella mundial del nivel de Lionel Messi".
Con el domingo en foco
Eso es central para la atracción que genera el duelo entre Almirón y Messi e Inter Miami en el Sunday Night Soccer presentado por Continental este fin de semana (7 pm ET | MLS Season Pass, Apple TV+). Es un partido clave entre dos pesos pesados de la Conferencia Este, y se espera que reúna a una auténtica multitud en el Mercedes-Benz Stadium. Y eso no es todo...
Este es un partido de revancha para 'las Garzas', que pasaron todo el invierno dándole vueltas a la impactante derrota —estadísticamente la mayor sorpresa en la historia de la MLS— que Atlanta les propinó en la primera ronda de los Playoffs de la MLS Cup presentados por Audi. Messi y sus amigos también perdieron 3-1 contra 'las Cinco Bandas' en el MBS el pasado mayo, la primera vez desde la impactante derrota de Argentina ante Arabia Saudita en el Mundial de 2022 en la que Messi marcó en una derrota.
Martínez, compañero de aventuras de Almirón en su época, dijo "este es mi Barcelona o mi Real Madrid" para describir la emoción de brillar ante esas grandes multitudes que lo adoraban cuando firmó una extensión de contrato el mismo invierno en que Almirón se marchó. Quienes escucharon a los 68.455 ruidosos aficionados de Atlanta animar a su equipo en una dramática victoria en el segundo partido contra MBS durante esa serie de playoffs el pasado noviembre podrían empezar a entender a qué se refería Josef.
Gracias a su costosa renovación durante la pretemporada, diseñada en gran parte por Henderson, quien realizó un trabajo comparable para IMCF como su director de fútbol durante los últimos cuatro años, ATLUTD puede aspirar razonablemente a estar a la par con Miami, o algo más parecido, esta vez. La calidad de Latte Lath era evidente incluso antes de que anotara dos goles en su debut en la MLS el fin de semana inaugural; Klich fue una ganga con D.C. United, un Jugador Franquicia en la sala de máquinas, aunque su etiqueta de Jugador Franquicia y la mayor parte de su contrato siguen en la nómina de D.C. Y ahí está Miggy, el primero en hacer soñar a lo grande a los aficionados de Atlanta, de vuelta para ayudarlos a hacerlo de nuevo; es a la vez la cara visible de la franquicia y un excelente animador.
"Siempre está sonriendo, siempre está feliz. No sé si he conocido a muchos jugadores como él que amen el fútbol americano tanto como él", dijo Cruz. "Eso, creo, ayuda a todos los que lo rodean". La gente tiende a sentir esa vibra y la misma emoción, y creo que eso ayuda a que todos se unan.
O como lo expresó Lagerwey: “Un gran trabajador, un gran líder, alguien con una actitud realmente positiva. Puede sonar trillado, pero llega muy lejos cuando alguien se presenta a trabajar todos los días con una sonrisa en la cara diciendo: 'Podemos lograrlo', y realmente contagiando confianza al equipo, y contagiando confianza de nuevo a nuestra afición. Y hasta ahora hemos visto ese entusiasmo en el campo”.
Los primeros tres partidos de ATL sugieren que sigue siendo ese dinamo efervescente y lleno de acción: “Cada vez que recibe el balón, le gusta atacar, le gusta superar a un jugador”, dijo Morales. Sus colegas han notado cómo seis años en la olla a presión de la Premier League han forjado su mentalidad.
Esto último puede ser tan esencial para las esperanzas de Atlanta de recuperar esa gloria pasada como lo primero.
“Era muy joven [en la temporada 2017-18] y lideró al equipo en el campo con su forma de jugar y conectar con el resto de los jugadores”, dijo Cruz. “Hoy llega como un jugador mucho más maduro, con mayores exigencias para sí mismo y para quienes lo rodean. Por lo tanto, tiene un rol más de liderazgo. Y creo que la gente realmente lo aprecia, porque ha jugado al más alto nivel y la gente quiere saberlo. La gente quiere ganarse el respeto. Así que es una persona mucho más exigente consigo misma, y creo que eso impulsa a todos en la dirección correcta.
Para mí, ha sido realmente especial ver esa transformación desde donde estaba antes hasta donde está hoy”.
Una cita en horario estelar con Messi y los actuales ganadores del Supporters' Shield ofrece un momento ideal para mostrárselo también al resto del mundo.
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