Fue game, set and match para Los Angeles Galaxy en una noche de ensueño que apuntaló los argumentos para considerar a los angelinos como los máximos candidatos al título.
El combinado de Greg Vanney desplegó su insondable arsenal ofensivo para despachar a un Minnesota United que, aunque esbozó una reacción, no pudo hacerle frente al poderío ofensivo de los nuevos galácticos: con Riqui Puig manejando los hilos, el brasileño Gabriel Pec, el serbio Dejan Joveljic y el ghanés Joseph Paintsil marcaron dos tantos cada uno para un impresionante 6-2 que le permitió acceder a la final del Oeste, donde enfrentarán a Seattle Sounders el próximo 30 de noviembre. Además de la victoria y la clasificación, LA Galaxy sabe que todo depende de sí mismo en un escenario inmejorable: serán locales en la final de conferencia y, en caso de clasificar, serán anfitriones en la MLS Cup.
"La verdad que creo que es muy importante la localía. Aquí no hemos perdido un partido en todo el año, estamos haciendo partidos impresionantes en casa y los hinchas son un jugador más. Seattle es un equipo muy duro, mostró en LAFC de lo que son capaces, pero tenemos que seguir haciendo lo que estamos haciendo porque estamos en un alto nivel", reflexionó Riqui Puig post partido y razones no le faltan: el Galaxy no perdió en el Dignity Health Sports Park durante toda la campaña, siendo la caída en el Rose Bowl ante LAFC el único partido que perdió de local.
En una postemporada plagada de sorpresas y batacazos, en la que incluso aquellos que avanzaron debieron atravesar momentos de zozobra, LA Galaxy marcha con autoridad en gran parte gracias a su dinamita ofensiva. Tras perder el liderazgo de la conferencia en Decision Day, el plantel demostró su personalidad para reponerse al golpe que supuso ceder la posición de privilegio a su máximo adversario. Es el único de los cuatro finalistas de conferencia que se impuso durante los noventa minutos en todos sus partidos.
Seattle, su próximo rival, igualó en ambos encuentros de la primera ronda ante Houston Dynamo pero se llevó el pasaje a la próxima ronda desde el punto de los penales. En cuartos eliminó a Los Angeles FC en tiempo suplementario, un resultado que evitó una nueva edición de El Tráfico. Del otro lado del cuadro, Orlando City batalló en tres partidos con Charlotte antes de despachar por la mínima a Atlanta United y New York Red Bull necesitó de una tanda de penales para sorprender a Columbus Crew antes de imponerse con autoridad a su clásico rival en semifinales del Este.
Pero el Galaxy es la antítesis: superó cada uno de sus desafíos con comodidad y acumula 15 goles en tres encuentros: le marcó cinco en el primer juego a Colorado, le propinó otros cuatro a domicilio y vapuleó a Minnesota con seis tantos en las semifinales del Oeste. El cuarteto ofensivo es el principal argumento para soñar con levantar su sexta corona de MLS Cup, una consagración que le permitiría extender su liderazgo en soledad como la franquicia más ganadora de la Major League Soccer. Riqui Puig y Dejan Joveljic lideran al conjunto en la postemporada con cuatro tantos cada uno, mientras que Gabriel Pec y Joseph Paintsil suman tres dianas.
Ante Minnesota, el Galaxy construyó su victoria desde bien temprano con la aparición estelar del brasileño Pec antes del minuto de juego. Pero Minnesota reaccionó rápidamente y amenazó con complicar los planes angelinos cuando a los seis minutos Kevin Yeboah igualó el marcador. Sin embargo, el combinado de Vanney no se frustró y arrolló a un rival que se caracteriza por su fortaleza defensiva: "Sabíamos que iba a ser un partido muy difícil, donde Minnesota pondría un bloque muy bajo. Pero hemos tenido nuestro tiempo, hemos movido muy bien la pelota, esperando a que salieran los espacios. Y hemos castigado a Minnesota con las contras y los balones detrás de la línea ofensiva", explicó Puig, quien construyó el primer tanto con un fabuloso pase filtrado para que Pec anotara el gol más rápido en la historia de la postemporada.
Como contraste de su poderío ofensivo, el Galaxy sufrió dos goles en una postemporada en el que también había recibido uno ante Colorado. "Ha sido nuestro punto débil durante toda la temporada -analizó Puig-. Tenemos que trabajar más las transiciones, los balones que podemos perder porque queremos salir rápido. Hay que ajustarlo si queremos ser campeones de la MLS. Pero si marcamos seis goles, también tenemos que darle un punto para darle las gracias a la línea defensiva".
Para Seattle, que deberá volver a imponerse en Los Ángeles, será la oportunidad de consumar su esperada revancha: el cruce del próximo 30 de noviembre se celebrará diez años después de las finales de conferencia que protagonizaron en la edición 2014. En una época en la que todavía se jugaba ida y vuelta, el Galaxy ganó en casa por 1-0 y perdió en Seattle por 2-1, avanzando a la final de la MLS Cup por haber marcado un gol como visitante. En la definición, LA venció por 2-1 a New England Revolution para conquistar el quinto -y último- trofeo. "Ayer tuvieron una gran performance. Es un equipo duro, muy resiliente, saben cómo ganar y conocen los Playoffs. Hoy celebraremos, pero ya mañana pensaremos en los Sounders", enfatizó Greg Vanney.