Se dice que los récords están hechos para romperse. Y por muy destacables que hayan sido sus 17 años de carrera como jugador, Chris Wondolowski reconocerá, en el fondo, que su reinado como el máximo goleador en la historia de la MLS probablemente terminará tarde o temprano.
Sin embargo, debe ser algo completamente diferente tener al principal contendiente para destronarte en tu misma casa, pasillo de por medio, en la misma organización: el nuevo artillero de San Jose Earthquakes, Josef Martínez.
El venezolano jamás oculta su intención de conseguir esa meta.
“Siempre lo digo. De manera muy respetuosa, pero este es un deporte, vivimos para eso", comentó Martínez a MLSsoccer.com con una sonrisa en una extensa conversación esta semana, mientras él y sus compañeros se preparan para recibir a sus rivales en el Cali Clasico LA Galaxy en Stanford Stadium el sábado por la noche, desde siempre uno de los grandes eventos del año para los Quakes (10:30 pm ET | MLS Season Pass, Apple TV+).
"Lo he dicho muchas veces, incluso en conversaciones con Wondo. Siempre hablo con Wondo; es muy buena persona. Y siempre hablamos de ello. Todo delantero quiere marcar goles; quien diga lo contrario miente. Así que, mientras esté sano, sinceramente intento disfrutarlo. Si puedo hacerlo, genial. Si no, intentaré hacerlo lo mejor posible, disfrutar y ser competitivo hasta el final".
En busca de la historia
Martínez tiene 32 años recién cumplidos, y ya suma 124 tantos en temporada regular (el sexto en la lista histórica) y anotando más goles que cualquier otro jugador del top 10 de la liga, la marca de 171 de Wondo podría no estar a salvo por mucho más tiempo.
“Sinceramente, quiero estar sano y disfrutar al máximo de este deporte que tanto me ha dado”, dijo. “Si tengo la oportunidad, la agradezco; si no, quizás dejar un legado, y la gente pueda recordar al competidor que he sido. Por lo demás, estoy agradecido por lo que he tenido y lo que me han dado”.
Ese orgulloso e incansable deseo de competir, en todo momento y en todos los aspectos, es fundamental para la identidad de Martínez, y es un aspecto clave de lo que ha aportado a la drástica transformación del equipo del Área de la Bahía bajo la dirección de Bruce Arena. Tras un pésimo 2024, en el que terminaron últimos en la tabla general, los Quakes se encuentran quintos en la Conferencia Oeste con 26 puntos (7G-7D-5E) y la temporada ya está cerca de su ecuador. Josef ha anotado 8G/1A en 15 partidos hasta el momento.
“En cuanto a mi llegada, la nueva forma de entrenar, el nuevo vestuario, dónde comemos, todo eso, ha sido genial”, dijo. “Además, también ha habido un cambio drástico y positivo en la mentalidad de los jugadores, porque el año pasado no lo hicieron muy bien. He tenido la oportunidad de jugar contra [San José] durante muchas temporadas, así que he visto la mejora y la evolución que han tenido. Y todo es positivo. Creo que el club lo necesita. Es un club histórico”.
Grandes nombres
No solo se trata de Wondo en la mira de Josef, para usar el término en el más amigable de los sentidos. Martínez es protagonista de una de las sociedades de delanteros más interesantes de la liga, junto con su compañero y también recién llegado Chicho Arango, y además de que se han llevado bien a nivel personal, también les impulsa el deseo mutuo de superarse mutuamente y llevar al equipo a niveles superiores. (Chicho, que conste, actualmente lleva una pequeña ventaja con 10g/3a, con 346 minutos más en el campo).
"Hermano, si no hay competencia, no es deporte. El fútbol es una competencia sana", dijo Josef, con esa sonrisa pícara de nuevo. "Los dos jugamos, los dos somos goleadores, queremos marcar goles. Pero yo, en este momento —y él también, basándome en las conversaciones que hemos tenido—, no tengo ningún sentimiento de egoísmo hacia él ni hacia ningún otro compañero, porque si a ellos les va bien, a mí también".
Hay algo curiosamente peculiar en el clásico y famoso por su mal carácter: Arena —a sus 73 años, es el entrenador de mayor edad de la liga por más de una década—, convirtiendo a un dúo latinoamericano apasionado e históricamente vanguardista como Martínez y Arango en pilares de su último proyecto. Sin embargo, los tres llegaron a la Bahía con algo que demostrar.
Arena dejó su anterior equipo, New England Revolution, en una nube debido a acusaciones de efectuar comentarios poco sensibles e inapropiados. Pese a contar con cinco MLS Cups, cuatro Supporters' Shields, y cuatro premios 'Sigi Schmid' como Director Técnico del Año, y una enormidad de otros logros, muchos se preguntaban si todavía estaba vigente.
Dudas similares se plantearon sobre Josef, quien sufrió la rotura de ligamentos cruzados anteriores en 2020 y solo pudo demostrar su mejor nivel en contadas situaciones en años recientes con Atlanta United, Inter Miami y CF Montréal, en medio de otras varias lesiones menores. Chicho, por su parte, solicitó ser transferido a Real Salt Lake en el invierno, en busca de un nuevo comienzo, luego de una primera parte de la campaña 2024 con niveles de MVP, que se diluyó sobre el final por diferentes circunstancias.
Nuevo comienzo
Hasta ahora, los renovados Quakes y su veterano entrenador se lo están pasando bomba.
“Es un caballero con mucha experiencia. Obviamente, se le tiene mucho respeto a una persona que ha ganado tanto en esta liga, tiene tantos títulos y ha hecho tantas cosas positivas”, dijo Martínez sobre Arena. “Pero conmigo personalmente, ha sido una persona muy atenta, muy respetuosa, y hemos tenido muchas conversaciones a nivel humano. Eso es algo que no creo que se vea a menudo”.
“Así que intentamos hacer las cosas lo mejor posible porque cuando se enfada, no es muy bueno”, añadió entre risas. “Pero, sinceramente, tenemos un muy buen grupo, y por eso nos va bien en este momento”. Martínez era una fuerza de la naturaleza en Atlanta y, como tal, era adorado, anotando más de 100 goles en seis años en todas las competiciones, destacando los premios al Once Ideal, Bota de Oro y al Jugador Más Valioso de la liga en la memorable marcha de los Cinco Rayas hacia el título de la Copa MLS 2018. Su estatus como ícono del club está asegurado y limita cualquier intento de comparación. Pero tiene la esperanza de hacer de San José un hogar feliz por derecho propio.
“Siempre dejé Atlanta de lado. Ha sido, y sigue siendo, el lugar que me dio muchas cosas hermosas, y también muchos años. El amor y el cariño que experimenté allí, ni siquiera los he experimentado en Venezuela”, dijo Martínez. “Atlanta tiene un lugar especial. Para mí, es el número uno, y nunca habrá otro igual”. Pero estoy muy agradecido con San José por la forma en que me han recibido en el club; no solo a mí, sino a mi familia; a mi hijo, cuando tiene la oportunidad de venir. Lo más importante de este club, lo he visto con mis propios ojos, es cómo tratan a las familias de los jugadores. Así que me quedo con eso, con lo mucho que se preocupan y lo bien que lo hacen. Porque no muchos clubes son capaces de combinar esas cosas.
Si la inestabilidad de los últimos años le ha quitado el ánimo a Martínez, lo está disimulando muy bien.
“Somos futbolistas. El cambio ocurre a diario. Hoy estamos aquí. Mañana, ¿quién sabe?”, reflexionó cuando le preguntaron sobre su carrera nómada desde que dejó ATL, con otra risita irónica. “Más allá de que es el deporte más bonito que existe, es un trabajo. Tenemos que tener la mente abierta y dar lo mejor de nosotros. Al final, hay que pagar las cuentas”.
Nueva rivalidad
Puede ganarse el cariño de la afición de los Quakes mucho más rápido con una gran actuación contra el odiado Galaxy el sábado. Este encuentro suele atraer a un público numeroso y entusiasta, y San José anunció el jueves por la tarde que la venta de entradas superó las 40,000, lo que pone en juego un lleno total en el estadio de fútbol americano universitario con capacidad para 50,424 personas.
“Disfruto cada fin de semana”, dijo Martínez. “Entiendo la rivalidad entre ambos equipos. Llevo mucho tiempo involucrado en esto. Pero tenemos que divertirnos. Al final, es nuestra vida.
“Dios nos da la oportunidad de hacer lo que más nos gusta, jugar al fútbol. Y para mí, es lo mismo, sin importar el oponente, más allá de que todas las ciudades tienen rivalidades importantes. Pero para mí, cada partido es difícil e importante. Así que juego cada partido para ganar”. Quizás eso subestime el placer que Josef ha tenido de protagonizar derbis como este. Sonríe de nuevo cuando se le recuerda la maestría con la que antagonizó a los principales rivales del ATL, el Orlando City, contra el que anotó el memorable gol que rompió el récord de anotación de la MLS en una sola temporada en 2018.
"Sí, Orlando son mis hijos", dijo con seriedad. "Y quien diga que miento, sabe que no miento. Son mis hijos".
Entonces, ¿el Galaxy es el siguiente en la lista?
"¡Sí, ojalá!", dijo Martínez entre risas. "Lo importante es ganar. Yo digo la verdad. Si les gusta, genial. Si no, me da igual. Defiendo mis colores".
Sueños de Mundial
Y luego está su carrera internacional.
El buen desempeño de Martínez con los Quakes le valió una convocatoria a la selección nacional de Venezuela este año, y con la expansión de la Copa Mundial por parte de la FIFA, la Vinotinto, que nunca en su historia ha participado, tiene la mejor oportunidad de clasificarse para el gran evento del próximo verano en Estados Unidos, Canadá y México.
“Es lo mejor que le puede pasar a un deportista. Los venezolanos no podemos decir que lo hemos logrado. Creo que esta es la oportunidad que muchos hemos estado esperando durante mucho tiempo”, dijo Martínez. “Creo que sería algo hermoso para nuestras carreras”.
A falta de dos jornadas, actualmente ocupan el séptimo lugar en la clasificación de la Conmebol, lo que les otorga el avance a un repechaje intercontinental el próximo marzo. Sin embargo, esos dos últimos partidos en septiembre son pruebas difíciles: una visita a la poderosa Argentina, que lidera la tabla con 10 puntos de ventaja, y una final en casa contra la talentosa Colombia. Venezuela está cuatro puntos por detrás de Los Cafeteros y aún podría ser superada por Bolivia, que se encuentra a solo un punto de ellos.
El ascenso será empinado. Pero la oportunidad de representar a su patria en el escenario más importante del planeta, y en la nación donde se convirtió en una verdadera estrella, es el sueño de Josef.
"Me encantaría jugarlo aquí, en un país que me ha dado la posibilidad de disfrutar tanto, de experimentar tantas cosas buenas y malas, y que me ha dado tanto en mi vida personal", dijo. "Obviamente, hay una oportunidad. Todos sabemos lo difíciles que son las eliminatorias sudamericanas, son una pesadilla".
"Nos quedan dos partidos muy importantes, y ambos serán muy difíciles. Pero estamos en ello. No creo que volvamos a tener una oportunidad como esta".
Jaime Uribarri contribuyó a la redacción de esta noticia.
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