La temporada de Inter Miami es un canto a su resiliencia. Ha superado dificultades, una y otra vez, en una campaña que lo tiene como protagonista tanto en la Major League Soccer como en la Leagues Cup, donde enfrentarán en los octavos de final al ganador de Sporting Kansas City y Columbus Crew.
Justamente en el certamen que disputan los clubes de la MLS y LIGA MX, un campeonato en el que Las Garzas intentarán defender la corona que conquistaron en la temporada anterior, ofrecieron su última prueba de carácter en el vibrante trámite ante Toronto para clasificar a los octavos de final de la edición 2024: emitieron su boleto para la próxima ronda tras defender su ventaja en inferioridad numérica por más de sesenta minutos.
El 4-3 ya pertenece a la biblia de los grandes triunfos de una franquicia que, pese a algunos desajustes defensivos, presentó sus credenciales para convertirse en la gran candidata al título. Porque este Inter Miami, distinguido por ser una constelación de estrellas encabezada por Lionel Messi y apuntalada por nombres como Sergio Busquets, Luis Suárez, Jordi Alba y un repertorio de jugadores sudamericanos como Matías Rojas que ofrecen su talento a la causa, también es un equipo que sabe sufrir.
La tropical noche de Miami comenzó con un vendaval que no le dio respiro a Toronto: a los 19 minutos, Inter ya ganaba por 3-1 gracias a los goles de Matías Rojas, Diego Gómez y Luis Suárez. Pero la expulsión de David Martínez, a los 26' tras una infracción en la puerta del área, complicó definitivamente los planes del elenco de Gerardo Martino. La diferencia en el marcador parecía suficiente pero los canadienses no se iban a quedar de brazos cruzados, con un Lorenzo Insigne implacable desde los doce pasos.
"Normalmente los partidos que se dan de esta manera, en los que durante los primeros 25’ parecía que ibamos a hacer un gol en cada ataque pero que después se presentan con tantas desgracias, los terminás perdiendo", analizó Gerardo Martino en la conferencia de prensa posterior a la victoria. Pero su formación está acostumbrada a lidiar y superar escenarios adversos, una constante durante los meses de un 2024 en el que también debió sobrevivir a las las lesiones de Lionel Messi y a las diferentes convocatorias para torneos internacionales de selecciones.
En la noche del jueves, con Messi como testigo en las tribunas mientras se recupera de la lesión que sufrió en la final de la Copa América, redondearon una actuación más para su historia, un legado que están construyendo bajo las órdenes de Martino y con un plantel cargado de jerarquía, talento y oficio.
"En el entretiempo le dije a los jugadores que tenían que rebelarse contra la adversidad -explicó el Tata-. Porque desde el juego no tenía nada para decirles. Y eso se extendió al segundo tiempo. Les dije que trataran de rebelarse ante un trámite que estaba siendo injusto con nosotros, y que afortunadamente lo pudimos sacar adelante". Miami superó todos los escollos de una noche difícil, una más en esta campaña laboriosa que saca adelante jornada a jornada. Con un Rojas en plan celestial gracias a la eficacia de su zurda, consiguió estirar una ventaja que fue de 4-2 hasta el gol en contra de Noha Allen a diez minutos del final. Con el riesgo de los penales en el horizonte, Inter no dejó dudas y selló el arco de un Callender que estuvo a la altura cuando lo llamaron a la cita.
Miami ha conseguido disimular la ausencia de la Pulga, quien no viste la 10 rosa desde el empate a tres goles ante St. Louis City del pasado 2 de junio. Desde entonces, las cifras de Las Garzas han sido prácticamente brillantes: la victoria ante Toronto fue la octava en las últimas diez presentaciones. Los buenos rendimientos y los aún mejores resultados le permiten al astro argentino cumplir con los tiempos ideales para su recuperación, a la espera de un retorno que aún no tiene fecha.
Mientras tanto, con rebeldía y dinamita en el ataque, Inter Miami sigue escribiendo las páginas más gloriosas de la historia que comenzó en 2018.
