'Cucho' vive su gran momento. El MVP de la MLS Cup 2023 presentada por Audi brilla con luz propia, luego de que Columbus Crew obtuviera su tercer título de liga al derrotar en casa por 2-1 a LAFC el sábado.
Con goles y protagonismo, la historia de Juan Camilo Hernández es una inspiradora lección de determinación, superación y pasión por el fútbol.
Nacido en Pereira, Colombia, un 20 de abril de 1999, Cucho creció con un amor innato por el fútbol. Desde su niñez, su talento excepcional y su habilidad para maniobrar el balón capturaron la atención de aquellos que lo rodeaban.
“Desde el año me di cuenta que esta iba a ser su vida, a los 2 años ya le pegaba duro a la pelota”, explicó Néstor Hernández, padre del jugador, a medios colombianos.
Sin embargo, la vida de Cucho Hernández no estuvo libre de desafíos. A pesar de su talento, tuvo que superar obstáculos significativos. Proveniente de una familia humilde, el colombiano enfrentó dificultades económicas que podrían haber truncado su sueño de convertirse en futbolista profesional.
“Cuando Camilo tenía 12 años me lo llevé a hacer pruebas a Nacional, fuimos, estuvimos 8 días, nos dieron buen trato, pero cuando ya íbamos a firmar el contrato me dijeron que se tenía que ir solo y yo no lo dejé. Ellos se pararon ahí, pero era tan chiquito y era muy duro dejarlo solo en Medellín”, agregó el papá de 'Cucho', el héroe del Crew por estas horas.
Una determinación inquebrantable
Con un espíritu perseverante, dedicó horas incansables al entrenamiento, sacrificando horas de juego y diversión para pulir sus habilidades futbolísticas. Su enfoque disciplinado y su pasión por el fútbol lo llevaron a destacar en las categorías juveniles de clubes locales. A una edad joven, Cucho Hernández se embarcó en una travesía desafiante pero emocionante al unirse a las divisiones juveniles de un club profesional.
“A él le pasó todo muy rápido, debutó a los 15 años con el Pereira y apenas estaba en décimo (grado). Le tocó salirse de estudiar para jugar y lo metimos al colegio de noche pero ya después lo metí a otro en el que estudiaba los sábados, el Ciudadela Cuba, y ahí fue que se graduó”, prosiguió don Néstor.
Su estatura: un gran desafío
En el mundo, al futbolista colombiano se lo destaca por su fuerza, por su envergadura física y contra ese estereotipo, Cucho debió luchar para abrirse paso en el más alto nivel.
“Cuando debutó en la primera selección era el más pequeño de todos, lo ponían y jugaba muy bien pero yo sufría mucho y mantenía triste porque al jugador nuestro siempre lo han mirado es por la talla. Yo le decía que iba a ser bajito pero macizo. Por suerte, desde los 14 años ya se estiró (mide 1,75 metros). Nunca le hice entrenamiento personalizado ni tratamientos para que creciera ni nada de eso. Fue a punta de arroz con huevo y papa frita, que es la comida preferida de él”, explicó el que le inculcó el amor por la pelota al MVP de la Major League Soccer.
El salto a Europa
Con esfuerzo y dedicación, Cucho progresó rápidamente. Su desempeño llamó la atención de clubes internacionales, y finalmente, dio el salto a Europa para jugar por el Granada, ser cedido al América de Cali, fichar por el Watford de Inglaterra, buscar minutos en Huesca, Mallorca y Getafe de España, y regresar a la Premier League.
Desde 2022 brilla con el Columbus Crew, donde en este 2023 hizo 21 goles, cinco de ellos en Playoffs incluyendo uno en la victoria 2-1 ante LAFC para darle a su club la tercera MLS Cup de su historia.
“Luego llegó el llamado de la Selección Colombia de mayores. Me llama y me dice “papá, sueño cumplido, ya estoy en la Selección”. Es que él va así, sueño por sueño”.
Compromiso social
Más allá de éxito en las canchas de América o Europa, 'Cucho' es un ejemplo a seguir para los jóvenes futbolistas de su país. Con humildad, recuerda siempre sus raíces y se involucra en actividades benéficas.
“Nosotros venimos de la pobreza total, no aguantamos hambre pero sí pasamos muchas necesidades, vivimos muchas cosas malas. Por eso ‘Cuchito’ valora tanto todo lo que tiene. No era como para no tener los botines, porque él se los quitaba para jugar a pie limpio, que era lo que le gustaba. Yo siempre fui pobre pero, bendito Dios, le pude dar todo a mi hijo”.
